Series canceladas: nuestro momento plañidera

La cancelación de Looking, aunque suavizada por la minipelícula que van a hacer para cerrar los frentes abiertos, nos ha cogido a los atroceros (coge fuerza esta denominación, junto con lecheros, ya nos vais diciendo) por sorpresa. Muchos nos alegramos de que cancelen semejante leñazo de serie, a otros no nos ha hecho ni puñetera gracia porque la disfrutábamos mucho. Pero esto nos da pie a reflexionar sobre esa serie que para nosotros era una delicia y se ve que para el resto del mundo (léase EEUU) valía lo mismo que unos calzoncillos usados de Arias Cañete. Hoy, en «¿pero por qué cancelan mi serie?»:

The River  The River

El primer problema al hablar de esta serie es intentar encajarla en un género. ¿Es de terror? Hombre, yo no diría tanto. ¿Es de suspense? Algo de eso hay, pero sin pasarse. ¿Es ciencia ficción? Pues no creo que pudiese decirse tal cosa. ¿Es paranormal? Bueno, quizás ésta sería la mejor definición. Aunque los fans de “Sobrenatural” se iban a llevar las manos a la cabeza… En fin, la serie venía muy bien apadrinada. Fue creada por Oren Peli –director de Paranormal Activity e Insidious, entre otras– para ser originalmente una película. Posteriormente se reescribió el guión por completo para convertirla en serie de televisión y, de hecho, el propio Peli firmó el guión del primer episodio. La dirección ejecutiva del proyecto fue de Steven Spielberg a través de DreamWorks. Los dos primeros capítulos de la serie contaron con la dirección de Jaume Collet-Serra, un catalán que lleva muchos años en Hollywood  y que ha firmado, entre otras, los screamers La casa de cera y La huérfana y los thrillers de acción Sin identidad, Non-stop y Run all night (todos protagonizados por Liam Neeson), mientras que el final de temporada lo dirigió Gary Fleder, que debutó con Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto, y que ha firmado los thrillers Kiss the girlsNi una palabra o El jurado.

Con semejantes nombres involucrados en el proyecto ¿qué podía salir mal? Pues no lo sé, pero el caso es que la serie tuvo una única temporada, de impecable factura, compuesta por 8 capítulos durante los cuales nos explicaron la búsqueda del doctor Emmet Cole, un famoso explorador mediático que desaparece en la Amazonia mientras intenta hallar la magia de aquel lugar… para un programa de televisión, por supuesto. La expedición de rescate, encabezada por su hijo, su exmujer y el productor de los programas que el doctor Cole grabó durante sus muchísimos años de carrera televisiva, se embarca en el Magus, un bote con el que remontan el Amazonas y en el que, por supuesto, acaban descubriendo que, como dice Cole en la despedida de cada uno de sus programas de televisión, “hay magia alrededor”… y no siempre es agradable.

A pesar de que el reparto es, en general, aceptable, también es cierto que la falta de grandes estrellas pudo pesar: el actor más conocido para el gran público era Bruce Greenwood –que interpretaba al doctor Cole–, el típico secundario de lujo de Hollywood que ha aparecido en infinidad de títulos como El núcleoYo robotCapoteDéja vuStar Trek y Star Trek: En la oscuridadSuper 8 o El vuelo.

Con críticas irregulares (a pesar de que hubo muchas críticas positivas, algunos medios estadounidenses la destrozaron por completo), The River se emitió desde el 7 de febrero al 20 de marzo de 2011 en la cadena estadounidense ABC. En España la estrenó, tan solo unos días después de su primera emisión en Estados Unidos, el canal AXN. Posteriormente fue emitida por Cuatro. ABC canceló de manera definitiva la serie el 11 de mayo de 2012, dejando el cliffhanger del final de la primera (y única temporada) totalmente abierto. El Perro de Toni

Relativity

relativity

De las series que te dan pena que cancelen, hay una que me marcó en su día… pero de lo lenta que resultaba: “Relativity”. Acababa de engancharme a “Es mi vida”, con Claire Daines y Jared Leto (ese Jordan Catalano del que tod@s caeríamos enamorad@s en el insti, pero por su pelo, porque era soso, soso, soso) y “Relativity” tenía un palo parecido… lo que no pillé es que si rimaba con “Felicity” ya era señal de sopor al cuadrado. Dos huevos sin sal de Los Ángeles se conocen en Roma en un viaje para encontrarse consigo mismo. Que digo yo que en los Iú-Es-Éi no te puedes encontrar en Wisconsin, que hay que saltar el charco a la vieja Europa… En fin, que la chocho al volver ya decide no casarse con el novio de toda la vida y de aquellos polvos estos lodos: la familia de ella, de clase media-alta, en pie de guerra cual Topanga de mercadillo, la de él barriobajera… ¿Que por qué la veía? Por los personajes secundarios, que sí contaban historias más reales: la hermana de ella (un espárrago con un mochofregona por pelo) inicia una relación con el amigo de él (graciosillo, pero feúcho, eso sí, con tupé y chupa de cuero); la hermana de él (la doctora de “House” travestida en Alanis Morissette, -eran los noventa-) y sus vicisitudes bóller… Me gustaban, eran más como tú y como yo. Pero la historia principal era infumable, ñoña, cursi, almibarada. Y acabó como tuvo que acabar. Con la serie cancelada.

También hay series de las que das gracias que las cancelaran… pero a los que somos ya mayoras y peinamos canas en las axilas, en los albores de los tiempos, cuando empezó esto de las televisiones privadas, pues nos tragábamos cualquier cosa. Catódicamente hablando.

spatz

Es la única explicación que encuentro al haber visto en Cuatro Canal Plus la aberración conocida como «Spatz»: un restaurante de comida rápida, todo muy años 40/50 con una intro donde salía un bailarín de claqué sobre una hamburguesa, tras el que salía un reparto frenopático al que le habrían practicado una lobotomía grupal, interpretando a una dueña malvadísima, un gerente incompetente y una plantilla gamberra pero entrañable… Un puto asco, vamos. Según la wikipedia duró dos temporadas y media, cinco más de las recomendadas. Sr. Skyzos

Pushing Daisies

Pushing Daisies

Yo tengo una espinita en mi corazón seriéfilo y esa es «Pushing Daisies», que sólo tuvo 19 episodios repartidos en dos temporadas entre 2007 y 2009. No podía tener unos personajes más chuspiños ni una historia más bonita, ni una ambientación más chula. Los diálogos entre los protas, los secundarios de lujo (¡esas tías excéntricas!), los números musicales de Kristin Chenoweth, todo era perfecto.

¿Que pasó? Pues lo que le pasó a muchas series: la famosa huelga de guionistas de Estados Unidos hizo que se estrenara por la puerta de atrás y que se reservasen capítulos de la primera temporada para emitir con la segunda, por miedo de quedarse sin material de series ya conocidas, todo eso hirió de muerte a Pushing Daisies. Fer Birkin

Ésta es la historia de una serie preciosa. Era colorista, tenia magia, inocencia, romanticismo, una trama con encanto y un sentido del humor necrófilo de lo mas chocante. Muchos decian que su estética recordaba a la pelicula Amélie . En resumen, era la definicion de cuqui. La primera temporada llamó la atencion de la critica pero la audiencia no acompañó especialmente. Luego llego la segunda y ahí ya ni el gato la veía . Y ¿qué hizo la productora? Cancelarla. Pero no de cualquier modo, que debieron pensar que ya que nos ponemos, que se acuerde to er mundo . Y así fue. Con la intención de cerrar todas las tramas en 45 minutos, despachan a todos los personajes en un periquete y claro, lo retuercen y aceleran tanto que el resultado es uno de los episodios finales mas ridículos, absurdos, tontarras ,inverosímiles y patéticos de historia de las series, a la altura del sueño de Resines. Dicen que se estudia en las universidades como ejemplo de lo que no se debe hacer jamás. MM

Tan muertos como yo

Tan Muertos Como Yo

«Tan muertos como yo» no fue una serie demasiado brillante, ni demasiado buena, pero tenía su punto. Un gran puntazo. La historia parte de una chica vaga del coño que el día que cumple 18 años se ve abocada a currar, ya que no quiere hacer nada con su vida. En el descanso de su primer día laboral, sale a comprar un café al Starbucks y le pasa lo que te puede pasar a ti, chata: le vuela la cabeza la taza del WC de la Estación Espacial Internacional, que acaba de ser explosionada para quitarla de en medio por desuso. Así que, nuestra amiga, George (a lo tomboy, que es lo que le gusta), la palma. Así que se convierte en una “parca”. Una especie de muerto viviente con otro rostro e identidad que tiene que tocar a los que van a morir en circunstancias difíciles para salvar su alma. Y tiene un equipo que se dedica a lo mismo. Y un jefe que le da post–it con la info de muertes. En fin. La paya está quemá quemá de toda esta movida. Ella, que estaba medio echada a perder, sin querer currar ni estudiar (toda una pre Chabelita), de repente se ve en la movida de que está muerta pero viva, y de que tiene que recelarse de unos bichos raros, tipo gremlins, para poder tocar a los que casi huelen a fiambre. El trasfondo de un humor totalmente negro, unas historias bastante hiladas y una evolución de los personajes interesante, hicieron que esta serie fuera digna de muchos seguidores. Pero como muchas otras, la cancelaron tras 2 temporadas cuando estaba el tema bastante en vilo. Posteriormente, hicieron una película que salió a DVD directamente para cerrar un poco la trama. Dicen las malas lenguas que David Safier se inspiró un tanto en el episodio piloto de la serie para comenzar su aclamado “Maldito Karma”. Fon Cole

Firefly

firefly

Chica, yo tengo claro que Firefly llegó demasiado pronto, porque las series no eran tendecia, porque Joss Whedon no era casi Dios de los Starwar de toda la vida, porque Nathan Fillion no era famoso por haber protagonizado Castle y porque la ciencia ficción era veneno para la pequeña pantalla. La cancelaron sin apenas audiencia y aunque  se trató de arreglar y cerrar con una peli bastante plof, sigue siendo una de las series de culto más guays de la galaxia. Ojalá volviera pero ya no sería lo mismo.MariRici Na Delahiel

Hermanas

Hermanas

Pues va a sonar a peloteo, pero en su momento me dio cierta rabia que se cancelara… «Hermanas», la serie de Telecinco del 99 donde, entre otras, Ángela Molina, Pilar Bardem y DiosAnabel Alonso eran las monjas del convento de San Damián, una orden fundada por Chus Lampreave, que se aparecía de vez en cuando en versión fantasma. Sí, era la típica serie ñoña de finales de siglo, una época en analógico y con grabaciones en decorados, con la típica panda de niños que hablan un argot de diez años antes, sus escenas de desayunos y sus conflictos generacionales de cuchufleta que toda serie española debe tener. Pero había un cierto encanto. Creo que es porque siempre he tenido cierta debilidad por las monjas, incluso por las malas. Siempre que veo una en el metro le cedo mi asiento, y sin preguntarle si es buena o mala. Tuvo una audiencia normal en aquellos entonces, un 20% de media, y no sé por qué no renovaron temporada.

Y me dio muchísima rabia que «Dirty sexy money» fuera un fracaso que aguantó sólo dos temporadas. Me encantaban el humor negro de sus guiones, adoro ese humor aparentemente absurdo que oculta una forma muy macabra de pintar la realidad. Además los actores estaban todos estupendos. Me pasaba como con «Modern Family» ahora, me arranca unas carcajadas impresionantes y que se repiten cuando recuerdo las líneas de guión. Abby

Selfie

selfie

A finales del año pasado os hablaba de dos series que me parecía que iban a tener una gran repercusión tras ver los primeros dos episodios: De A a Z y Selfie. De la primera me niego a hablar por que tan pronto como hablé e ella, se convirtió en un bodrio indudablemente cursi y ñoño. Cancelada está, la pobre.

Sin embargo, la segunda, Selfie, me pareció un soplo de aire fresco en cuanto a la comedia romántica se refería:  una estrella de las redes sociales no tiene ninguna cualidad para tener esas mismas relaciones sociales en el cara a cara. Vamos, lo que le pasa a muchos tuiteros que he conocido, que en cuanto te tomas una cerveza con ellos son más planos que un billete de 5 euros.

La serie tenía unos diálogos bastante currados, tenía a una Karen Gillian en estado de gracia, que se quitaba a base de pijerío el magnífico personaje de Amy Pond en Dr. Who; unos secundarios que aguantaban el grueso de la serie de manera estoica y… Y, por supuesto, no la vio ni Christophe (el hermano de Rafa, el artista de la familia) en las horas que tardaba en arreglarse el pelo.

Vamos, que como pitoniso no tengo parangón. Flanagan McPhee

 

10 comentarios en “Series canceladas: nuestro momento plañidera”

  1. Jack & Bobby era una serie estupenda, de esas que descubres en la 2 en un horario imposible, que narraba la infancia en nuestros días del que seria el presidente de los EEUU en 2050 o así, e intercalaban entrevistas con sus colaboradores. Explicado así parece que los saltos en el tiempo de Lost son de primero de guionista, pero que va, muy sencilla de seguir, con grandes personajes (un Bradley Cooper muy apetecible en un papel secundario) y con un punto muy interesante de política ficción.

    Y por supuesto Futurama, una serie que deberían seguir ad eternum.

  2. ¡Dos de Brian Fuller! Ay Fon Cole, yo también echo de menos Tan Muertos Como Yo…

  3. a mí también me gustaba mucho «Spatz» :)
    ahora que lo recuerdo también me dio pena que quitaran tras son los dos temporadas «Dont trust the b* in apartment 23». Sólo la pude ver online, sólo hay 26 episodios, y aunque algunas cosas eran un poco repetitivas y recurrentes era una auténtica risión. Era como la actual «2 chicas sin blanca» pero con mejores diálogos.

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