Que haya de donde agarrar…

informante

 

Después de ver la transformación de Zach Galifianakis (si no sabes de qué te estoy hablando, clica aquí), se me ocurrió escribir sobre actores que han hecho el proceso inverso, normalmente por exigencias del guión. Aunque en algunos casos ha sido la buena vida. Mira, si no, a Val Kilmer, a Kurt Russell o al señor que se ha comido a Russell Crowe.

Ya que estamos con el neozelandés, antes de que se le fuera la mano con las patatas de bolsa (cari, que eso lleva mucha sal y mucho aceite y engorda horrores, chocho), el bueno de Russell dejó atrás su cuerpo de gladiador y cogió unos cuantos kilos para su papel en «Red de mentiras». El resultado fue un incremento de su follabilidad. Si es que eso era posible.

reddementiras

Stallone nunca había tenido barriga y, de repente, en «Copland» lucía una tripa cervecera más que respetable. Dicen las malas lenguas que no engordó para el personaje, sino que aprovechó que se había puesto gocho para darle un nuevo aire a su carrera.

También echó barriga Christian Bale para «American Hustle». La peli es, como dice su título en español, una gran estafa. El papel de Bale, oiga, pues no está mal. Y a él da un poco de asquito de verlo. Y cabe recordar que Bale adelgazó hasta extremos nauseabundos para interpretar «El maquinista». Ahí lo dejo como detalle.

Antes de enseñar en culo en «Birdman», Edward Norton se puso cachas para «American History X» (venía de interpretar a un tirillas en «Las dos caras de la verdad»). El resultado fue estupendo se mire por donde se mire. Ahora -véase «Birdman»- está en su peso. Y con sus tics insoportables de siempre.

También engordó (y se dejó barba) George Clooney para «Syriana». Oye, le sirvió para ganar un Oscar, que no es poco. Y, oye, aumento también de follabilidad, dicho sea de paso. ¡George, te queremos!

Más aumentos de peso: Jared Leto en «Chapter 27» -contrastando con su papel en «Dallas Buyers Club»-, Robert de Niro en «Toro salvaje» o Santiago Segura en cualquiera de las entregas de «Torrente». Todos ellos son muy meh, así que ni follabilidad ni nada.

Follabilidad aumentando exponencialmente en el caso de Ben Affleck -que se ha puesto cachas para ser Batman- o del siempre merendable Bradley Cooper en «El francotirador», con ese cuerpo de marine. El siempre follable Vincent D’Onofrio engordó -hace ya muchos años- para «La chaqueta metálica». Y parece que le cogió gusto a la cosa. Y Matt Damon se puso fondón para su papel en «El informante». Gran película y un Damon al que nunca pensé que me apetecería hincarle el diente y, mira, sí. Mejor que cuando hace de Bourne.

Gordos

Y, claro, he querido dejar para el final a mi favorito: Antonio de la Torre en «Gordos». Porque si yo a Antoñito me lo hacía ya de normal, imaginad cuando vi a ese hombre, con esa tripa, ese culo… ¡ese desnudo frontal! ¡¡¡ANTONIO, SOY FANS!!! Pero fans, fans, señora, no se vaya usted a pensar. Fans de los de verdad. El caso es que el malagueño pasó de prótesis y se crió una barriga propia para la ocasión. Irreconocible en algunas fotos, su interpretación fue impecable. Por supuesto.

10 comentarios en “Que haya de donde agarrar…”

  1. Pues chico, a mi me parece terriblemente insano llegar a esos niveles de obesidad…lo encuentro cero atractivo!!

    1. El Perro de Toni

      A ver, insano es como está Russell Crowe ahora, que está hasta deformado. Cuando estaba gordico estaba estupendo…

      1. RUSSELL lo hace tb x exigencia del guion…va a rodar Gravity 2 y hace de meteorito que impacta contra el planeta Tierra.

  2. Hay una línea muy clara en tener barriguita y ser formalmente gordo…a mi me da igual que cada uno con sus filias haga lo que quiera!! :)

  3. Isa desde los Alpes

    A mi la barriga no me molesta mucho, lo que si me parece horroroso es un tío con culo gordo. Kg de más ok, pero «a lo masculino», en barriguita cervecera

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