A pique de que acabara su carrera, Jeffrey Tambor es de esos actores que se ha pasado media vida haciendo papeles secundarios ( o terciarios, más bien) siempre de manera solvente pero incapaz de hacerse un hueco en la industria para que su nombre le resultara conocido a la mayoría de espectadores. Un físico del montón tirando a vulgar y un no contar para los grandes del cine hicieron de su carrera actoral un digno curriculum pero que no pasaría a la historia…Hasta ahora…
Porque ahora por fin los astros tuvieron a bien ponerle en bandeja un papel bombonazo que él, con un par de cojones ( u ovarios) ha accedido a representar y convertirse en el personaje que se va a llevar todos los premios ( y con razón) este próximo año . Y es, de nuevo, gracias a la televisión y las series, el sitio donde más se están ajustando las cuentas creativas, donde más hay riesgo y posibilidades de destacar porque el cine, cada vez más, está demostrando ser un dinosaurio incapaz de reaccionar a los nuevos tiempos a no ser que tengas entre manos a un superhéroe, que ni por esas.
Transparent es Jeffrey Tambor y a los diez minutos de comenzar la serie te das cuenta de que hubiera sido imposible sin él, porque el rollete de familia disfuncional con traumas para dar y regalar (y estética indie) está requetesobado. Pero entonces aparece Jeffrey haciendo de Maura y dan ganas de arrodillarse. Eran tantas las posibilidades de ser una caricatura, ridícula, absurda, patética y va Jeffrey, coge el personaje de profesor jubilado que quiere ser una mujer, le da la vuelta y consigue todo lo contrario; la empatía, la ternura, el temblor…Es muy difícil no emocionarse viendo sus gestos, sus miradas, sus ojos desencantados pero firmes y convencidos; Jeffrey no interpreta; ES. Imagino la emoción que debe sentir que a estas alturas hayan confiado en él y por fin se reconozca su talento que se me ponen los pelos como cepillo de puas de acero. Y entonces pienso que sí, que se merece todos los premios que le van a caer, que van a ser todos, nunca mejor dicho.
No se lo pierdan; una actuación así se disfruta una vez cada diez años. Palabrita del niño Jesús.
Transparent la tengo pendiente, de estas semanas no pasa sin que la vea :D
Pingback: El Globo de oro debe ser para “The good wife” | Atroz con leche
Acabo de terminar la primera temporada y solo quiero agradecerte la recomendación!! Menudo capitulazo final y por supuesto que razón tienes en que la serie es él y su interpretación!
Pues muchas gracias! Que uno escribe estos post pensando en que nadie les hace caso y resulta que si e incluso vienen a decirlo. Y eso da un gustazoooooo