Hace ya un tiempo que los fans de Röyksopp nos quedamos huérfanos, ya que con su quinto álbum de estudio, «The inevitable end» (2014), las esperanzas de que el proyecto de Svein Berge y Torbjørn Brundtland siguiera adelante. Luego apareció «Never ever» y pensamos que todo era una broma… Y ahí pareció quedar todo.
Hasta que, en 2019, desgranaron grabaciones antiguas en su canal de Youtube y Spotify, «Lost tapes», (a modo nostalgia) donde, al menos, tenías tu metadona para pasar el síndrome de abstinencia.
Y llegó 2022. Y entre presentaciones de cortes del nuevo disco («Profound Mysteries») aparece esta colaboración con Alison Goldfrapp:
Partiendo de la base que ni unos ni los otros están pasando por su mejor momento en popularidad, no deja de ser una propuesta que engancha. Al menos para los que todavía escuchamos la música electrónica de los dosmiles con cariño. Una Alison hedonista, sin llegar al punto glam de otras ocasiones, una melodía ralentizada, con bases machaconas que encajan perfectamente con el aire deephouse…. Mira, que me parece que me voy a poner una copa y dejar el café de lado.
Son una combinación casi perfecta.
Maravilla ❤️
¡Ya estás cómo Bette Davis con los margaritas a las doce de la mañana!
Sugerente propuesta de audición, por cierto. Gracias.
Lo pienso y me digo que soy ya abuelo porreta. Hace 20 años que tengo 20 años y tal, vale. ¿Pero dentro de cinco-ocho años qué carajo van a recordar las juventudes de la música que les molaba? No me los veo con tantaitantos trapeando o Rosalizadas en chándal. Antes prefiero que me secuestre cacharro y me mande a otra dimensión.