El tío Frank que todos quisimos (ser)

Uncle Frank es un melodrama pequeñito que puedes ver en Amazon y de hecho, deberías verla ya porque te dejará un sabor de boca buenísimo. Sin pretensiones de altura, su modestia es uno de sus grandes valores porque consigue explicar más y mejor que algunas grandes producciones.

Situada a principios de los setenta, la peli nos cuenta el paso de la niñez a la juventud universitaria de Beth, una chavala asfixiada por el ambiente pueblerino en el que se desenvuelve. Decide ir a estudiar a Nueva York, la ciudad donde vive un tío al que adora e idolatra, pero la sorpresa será morrocotuda cuando descubra que su tío Frank es un pedazo de gay que esconde su sexualidad a la reaccionara familia, donde destaca el patriarca aficionado a humillar al hijo de cadera blanda. A esta vida de mentiras, tío Frank tendrá que enfrentarse cuando deba regresar a casa por la repentina muerte del padre, convirtiendo la peli en una road movie emocional que nos irá desvelando más y más secretos de quién antes parecía perfecto y que cuanto más se acercan al funeral, más se resquebraja.

La peli tiene el guión y la dirección de Alan Ball, guionista de American Beauty y persona responsable de que sufrieras con A dos metros bajo tierra y te troncharas con True Blood. Casi na. Pero sobre todo, tiene a un Paul Bettany en estado de gracia. Es un actor que a mí nunca me dijo nada, pero tengo claro que si «Mi tío Frank»  se hubiera estrenado en pantalla grande, nadie mejor tendría merecido ganar el oscar. Está enorme, triste, alegre, alcoholico, herido, traumatizado, ácido, misterioso, hablador y todo, todo, todo, lo hace con una intesidad y una madurez que solo los muy grandes tienen. Es un espectáculo dramático que nadie debería perderse.

El tema es que sin pretensiones y dentro de su modestia, la peli muestra unos encantos que te pillarán desprevenido cuando llegue el tramo final, donde te arrea dos mazazos que te dejan listo de papeles un buen rato. Es muy difícil aguantar la llantera y la peli tiene un evidente aroma a autobiografía emocional de Alan Ball. Tanto, que le dio el papel de novio del tío Frank a su propio marido, el actor Peter Macdissi.

Sophia Lillis también está estupenda y nos da esperanzas por una carrera que aún está por hacer, aunque a lo mejor la recuerdas por una de las curiosidades del terror del 2020: «Gretel y Hansel». Podría seguir escribiendo elogios sin fin, pero no quiero inflar más el hype que uno de las virtudes de Uncle Frank es agarrar al espectador que no se la espera, pero ya te digo yo que enseña mil veces mejor cómo era ser marica en los setenta que, por ejemplo, ese horror de Los chicos de la banda.

2 comentarios en “El tío Frank que todos quisimos (ser)”

  1. Por favor: necesito una critica vitriólica y atrozconlechiforme de Los chicos de la banda , de todas o cualquiera de sus versiones. Es el unico referente cultural que he recibido que menha hecho desear ser hetero para ni ser asi ni tener que conformarme con tener amigos como esos. Luego vi a Urdaci y entendi q los heteros tambien son cono para aislarse en un atolón.
    Tio frank me volvio a hacer pensar: otra peli en la que el marica tiene que sufrir por ser gay? Otra vez? Otra mas?. Esto no lo he visto ya antes veinte veces o mas?

    1. En la peli apenas han transcurrido un par de años desde Stonewall. La vida de un gay no podía ser jauja ni de coña. Pero aquí se cuenta de manera natural y orgànica y en Los chicos de la banda se fuerza hasta el paroxismo. Al menos en Uncle Frank el prota ni se avergüenza ni se esconde.

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