No sin mi Eurovisión (I)

Siempre es polémica la frase «Voy a ver Eurovisión«, ya que con frecuencia encontramos censores de cualquier expresión que no guste a uno mismo. Pero lejos de entrar en esto, o de justificar el gusto por un espectáculo que ven una media de 186 millones de personas en todo el mundo (donde hay una expresión multicultural de sonidos e imágenes a través de un show creativo con las últimas tecnologías de por medio), vamos a hablar de otra cosa.

Y es que el Covid19, aparte de dejarnos sin papel higiénico en sus primeras fases o de ayudarnos a dejar la depilación de lado, nos ha traído otras situaciones como la anulación del Festival de Eurovisión 2020.

Debido al confinamiento, el festival, que debía haberse celebrado la semana próxima en Rotterdam, se ha cancelado con vistas al año próximo. Con este panorama, RTVE ha decidido hacer un especial diario donde emite en streaming los festivales desde el año 2004, permitiendo compartir a través de las RRSS todos esos sentimientos y afecciones que el show provoca a los que lo siguen.

Desde esta web nos unimos a la celebración alternativa y vamos a hacer un repaso a los ganadores de todos estos años, dignos merecedores de ser recordados. Os animamos a dejar comentarios sobre vuestros favoritos.

2004 «Wild Dances» por Ucrania: Ruslana era una zagalita que estaba un poco asalvajada, así de la Edad del Hierro o como Pippi. Llegó al escenario con unos que parecían vikingos pero sin cuernos en la cabeza porque aún no había Isla de las Tentaciones. Ellos solo hacían ruidos así como de ir al fútbol en el Bernabéu. Iba ella vestida con pieles de conejo y pusieron mucho fuego, como en la boda de Lolita (creo). Había tomado mucho Tang de Naranja porque parecía que iba a tope de tómate otra cosita, hija.

2005 «My Number One» por Grecia: Esta canción la escribió uno que iba a la cola de la carnicería y le tocaba porque lo decía el ticket rosa. Helena se plantó con unos muchachos algo extraños. De hecho ella guiñaba los ojos así como para decirnos que estaba un poco secuestrada pero no la entendimos. Un griego le puso chinches en los tacones y por eso salta mucho, como en una sartén de aceite hirviendo.

2006 «Lordi» por Finlandia: Ni te quiero contar lo que pensó la Lomana cuando vio esto, que ella estaba mirando unos peelings químicos. Lordi estuvieron perseguidos un tiempo porque la gente querían verles las caras de verdad, y cuando pasó, les pegaron las caretas con Superglú, que yo no sé el porqué. Nos gustaban mucho el pelo de la teclista que era como de Yola Berrocal en la isla.

2007 «Molitva» por Serbia: Primero de todo no confundas a la cantante con un niño chino de esos que salían en Vídeos de Primera y metían la cabeza en una malla de cebollas. Decían que Marija no tuvo mucho tiempo para arreglarse antes de salir a cantar porque venía comentando que había dejado nosequé vehículo de varias ruedas en la puerta del pabellón donde se hacía el show. Una canción muy bonica y que hacía el progreso del coronavirus de tener un brazo de distancia de todos. Mencionable el homenaje de look peinado Nancy de sus amigas.

2008 «Believe» por Rusia: Algunos países nos caen un poco mal porque quieren matar o encarcelar a mariquitas. Pero esto es un poco como la movida de los gays que votan a la derecha. O como Maroto, que se empadrona en un lado y vive en otro y se casa con uno pero no quería del todo. Es confuso, y Rusia lleva a un patinador que tiene la cara del que pedía chocolate en los Goonies pero es patinador y se tinta del número de Tita cervera.

2009 «Fairytale» por Noruega: La canción no va de lavar los platos por mucho que te hayas sacado el B2. Vino un chiquito que cantaba que estaba enamorado. La gente lo votó mucho porque fue un espectáculo verlo tocar el violín mientras cantaba. Que daba igual que el violín fuera en playback, es que nos da gusto la mentirijilla. Alexander tenía una expresión muy como cuando una vaca ve pasar al tren, pero parecía mono. Muy del zoo todo. Unos chicos bailaban haciendo flexiones, que es algo que se llevaba ese día en el mundo fitness. Memorable cuando en el minuto 3.01 la rubia se tira de las bragas porque se le quedó en la raja del culo.

2010 «Satellite» por Alemania: La hermana pequeña de Carolina y Estefanía de Mónaco se hacía una cancioncita cuca mientras juntaba las piernas así como haciéndose aguas menores.

2011: «Running Scared» por Azerbaiyán: La mayoría no sabíamos que eso era un país, pensábamos que era el ruido de sorber los espaguetis. Con tomate frito. Al principio es todo como la película de El Ciempiés Humano. Una muchacha y un chavo así jovencico que va a la Primera Comunión mientras sus amigas van a ir en picardías. O tontín, como dice mi tía Juanita. Todo acaba con una lluvia dorada y no comulgan al final.

2 comentarios en “No sin mi Eurovisión (I)”

  1. Aaaayy cuantos recuerdos y como se pegan todos a cosas chulas y diver con Eurovision.

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