Dua Lipa y que se pare el mundo

Cuando acababa el 2019, Dua Lipa presentaba Don´t Star Now, el primer adelanto de su próximo disco, que ha resultado un pelotazo mundial con su mezcla de músicas de baile de los setenta, ochenta y noventa, . Además ha puesto de acuerdo a critica y público y acumula ya en apenas tres meses la friolera de ciento veintidós millones de visitas. Todo hacía aventurar que nos espera un gran trabajo musical…

Pero a finales de la semana pasada presentó nueva canción con nuevo vídeo (realizado por Cánada) y esto, amiguis,ya es harina de otro costal. Merece que me detenga para dejar constancia de una canción que desde ya se merece ser himno, clásico y de culto. las tres cosas juntas..

Podría escribir un gran OHHHHHH seguido de un gran AHHHHHHH y nunca sería suficiente para describir el grandísimo temazo que nos regala la cantante de origen kosovar. Una absoluta maravilla de estribillo alucinante, para cantarlo a gritos mientras lloras en la pista de baile. En vez de seguir las modas y tendencias actuales que huelen a urban, trap y latineo, ella tiene criterio propio para hacer todo un homenaje al synth-pop,  que parecía de capa caída y ha tenido que venir ella para revitalizarlo. Todo encuadrado en un magnífico vídeo que hace de la policromía y el juego de espejos un arte, convirtiéndola en un dibujo animado y sin faltan las referencias a la letra de la canción, que convierte un corazón en un diamante.

Con coreografías que implican a un porrón de gente a la vez delante de la cámara y sin renunciar a los guiños de humor, lo mejor es esa impresión de que se lo han pasado pipa haciéndolo, consiguiendo que esta bomba pop te trasmita su optimismo, alegría y su luminosidad. Es irresistible la mezcla de imágenes y música y se convierte en un tema tan adictivo que dan ganas de ir al médico a curarse.

via GIPHY

Y si faltaba algo para que maricas y demás fauna la convirtamos ya en diosa de todos nosotros y reina de la pista, la cosa se remata en concepto, letra, vídeo y hasta título con un nada escondido homenaje a Olivia Newton-John y eso, amiguis, ya es de matrícula de honor.

Lo dicho: clásico súbito.