Cómo hablar en redes sociales de ese partido del que usted me habla.

Parafraseando a nuestro, quién lo iba a decir, añorado expresidente, ese que nos dio puRa Joy, como dicen los ingleses, y que en castellano se traduciría como “alegría” con sus declaraciones desafortunadas y sus idas de olla. Y digo añorando porque han venido otros y otrA y uso el presente, porque han venido y se han quedado, que hacen que nuestro expresidente quede como una anécdota graciosa, hoy vengo a contaros cómo hablar de “ese partido del que usted me habla”.

¿De dónde viene todo este discurso? De que acabo de terminar el libro de Marta Peirano “El enemigo conoce el sistema”. Un compendio de datos excelente donde se explica, entre muchas otras cosas, cómo los usuarios de a pie estamos siendo utilizados por ese partido para hacerles su campaña electoral, sin pagarnos un duro y sin recibir a cambio nada más que visibilidad para sus publicaciones y sus barbaridades. El proceso, resumido malamente, es el siguiente (si Marta Peirano lee este post y quiere hacer alguna corrección, bienvenida sea):

 

  1. El partido del que usted me habla publica, mediante sus propias redes sociales o mediante cualquier otro foro (que son muchos, y no siempre están visibles) una barbaridad sobre un grupo al que ha decidido poner como enemigo y deshumanizarlo. Pongamos uno de los casos más sangrantes de las últimas épocas, los MENAS. MENA es un término policial, el acrónimo de Menor No Acompañado. Yo prefiero llamarlos “Niños que tuvieron los santos cojones de venir en patera para escapar de una situación”. Que suena mucho más terrible que MENA, porque les humaniza.
  2. Pues eso, que el partido del que usted me habla hace una declaración y todos los que no somos del partido que usted me habla nos indignamos y compartimos la declaración con emoticonos de carita enfadada y cagándonos en la madre del supuesto arquitecto que dirige el partido del que usted me habla. Y aquí viene el truco, porque esto es justo lo que ellos esperan. Como decía Wilde (cito textual) “The only thing worse than being talked about is not being talked about”
  3. Y he aquí el truco. Nosotros, en nuestra candidez, pensamos que les estamos fastidiando, pero no. El algoritmo (a partir de la lectura del libro de Marta es una de las palabras que más miedo me da en el mundo) no distingue entre comentarios positivos y negativos, todavía no han llegado a eso; y sobre todo, no les importa. El algoritmo se fija en la visibilidad, en el número de comentarios, de clicks, de Me gusta o me disgusta, y lo mete todo en el mismo saco. Y hace que el contenido se vuelva viral. Y el contenido viral al final es lo que utilizan una buena parte de medios para generar sus feed de noticias. Entre todos les lavamos la cara, ¡pollas!, a esos del partido que usted me habla.

 

 

Así que, hablemos mal, o hablemos bien, estamos jodidos. Cada vez que interactuamos con una noticia del partido que usted me habla, le estamos dando pábulo a sus ideas. Estamos haciendo que llegue a más gente, y nos estamos convirtiendo en sus altavoces. Y como esto no va de grandes números, sino de números pequeños, y de enemigos pequeños, al final llegará la información a alguna persona que leerá JUSTO LO QUE LE INTERESA, y nada de lo demás que propugna ese partido del que usted me habla. El que se queja de los que están en la plaza y le dicen barbaridades a su hija cuando pasa, sin darse cuenta que a lo mejor están en la plaza porque viven diez en un piso de una habitación, que con la mierda que les paga no pueden pagar un alquiler decente. Es un ejemplo.

 

¿Cómo lo podemos solucionar?

 

Aquí algunas indicaciones.

 

  • Reduce tu nivel de ego: querido, no eres tan importante. No repostees, retuitees o regramees para cagarte en la madre de la del tractor.
  • No te quedes con el titular: lee la noticia completa, y compara y busca si es verdad. Muchas de las noticias del partido del que usted me habla son falsas, o medias verdades sacadas de contexto. Ante cualquier duda, no compartas.
  • Si, a pesar de los puntos anteriores, quieres compartir, saca un pantallazo. El pantallazo tiene su parte buena y su parte mala. Por una parte ocultas la información del origen de la noticia, que está mal; pero por otra haces que tu comentario no influya en el ranking de la noticia.
  • No hables del partido del que usted me habla: busca alternativas, sé creativo, coño. Que bien te dedicas a buscarle motes graciosos y pelín hijoputescos a ese ex que te dejó por SMS en el 2002, pero ni un puntito de creatividad con todo lo demás.
  • Vigila las imágenes que usas: metadatos, querido, lo importante son los metadatos. Mejor una foto de un gatete que una del señor con cara de califa y maneras de fachorra.
Aquí dos parlamentarios del partido que usted me comenta

Y ya, si quieres aprender un poco más de cómo están las cosas, te vas a tu librero de confianza y compras el libro de Marta.

5 comentarios en “Cómo hablar en redes sociales de ese partido del que usted me habla.”

  1. Muy a favor de todo esto.
    A primeros de diciembre mantuve una gran conversación con una persona muy puesta en estos asuntos del hacer inconscientemente el caldo gordo a esa gentuza que representa todo aquello que nos da verdadero asco.
    Silencio total, no se comparte ni comenta un solo exabrupto, regüeldo ni coz de esa piara de la que Vd. me habla.
    Eso trato de hacer con muchísimo esfuerzo, y lo estoy consiguiendo.

    1. Pues leyendo eso me da la sensación de que son gente que se hace pasar por menores, no que lo sean. Me resulta un artículo ligeramente tendencioso.

  2. Totalmente de acuerdo con seguir estos consejos a nivel individual, cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para minimizar las reacciones (por mucho que nos indignen) y contribuir a imponer el silencio intentando burlar el algoritmo. El problema está en el enorme altavoz que su mensaje tiene en los medios, que no dejan de hablar a todas horas de ese partido del que usted me habla, desde el bienintencionado Risto a MVT o La Sexta Noche, pasando por la ‘entregada a la causa’ Ana Rosa y la hipócrita Griso, o por la ineludible cita preelectoral con el infame chupa-culos Motos. Puto asco.

    A Wyoming lo dejo aparte por ser un programa humorístico (qué grandes Polonia también) uno de los objetivos de El Intermedio consiste precisamente en criticar sus deleznables mensajes o actos para ridiculizarles, tarea bastante fácil y gratificante que nos ayuda a aligerar la carga de indignación frente a esta tragedia.

    https://www.facebook.com/groups/418609259054009/permalink/493561171558817/

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