«Dog man star». El concepto

 

Se cumplen 25 años de la publicación de la obra cumbre que disfrazó a Suede con paños de terciopelo azul. «Dog man star», hizo, en 1994, que se señalara al grupo británico con el dedo en la llaga del britpop para ver quién venía después y cual sobreviviría al tormento y éxtasis de columnas periodísticas y listas de ventas. Y, sobre todo, a canciones que fueran éxitos instantáneos. «Dog man star», en este sentido, era un barco a la deriva; sólo tenía un hit:»New Generation».

Toda una declaración de principios para los que, por aquel entonces, éramos jóvenes. Pero, muy al contrario de lo que podía ser un reflejo borroso de estribillos épicos, el álbum contenía dos de las que siguen siendo mejores canciones del grupo:» Heroine» y «We are the pigs». El resto de canciones mantenían el nivel con ese falso pudor que poseía su poderoso primer trabajo.
Y, después de estas bodas de plata del álbum, cabe decir que éste trabajo ha envejecido como nosotros. Es decir, nos sigue acompañando. Por lo tanto, no hay duda de que su calidad sigue retumbando y estremece, estalla en un millón de pedazos hacia el espacio; y rompe, como melodías polifónicas, en un sólo grito agudo de la voz pretérita y presente de Brett Anderson.