Reivindicando a The Chemical Brothers

The Chemical Brothers es un grupo que representa como pocos la década los noventa. Mientras en USA explotaba el grunge , aquí en Europa surgía una respuesta musical a base de éxtasis, cultura de club (de antro, más bien), música electrónica, zapatilla y parkineo . Grupos como ProdigyThe Chemical Brothers planteaban una alternativa musical totalmente distinta a la que representaban Nirvana y cya y a la vez una  actitud vital distinta; en vez de cortarte las venas, lo que te ofrecía esa gente era bailar y que le dieran por saco al mundo. Prodigy con el paso del tiempo se han convertido en una parodia en sí mismos, que los muy autoplagiadores repiten una y otra vez la misma canción macarra desde hace veinte años. Aun así, siguen vendiendo discos como rosquillas, que yo lo flipo con el éxito que tienen en UK

The Chemical Brothers, sin embargo, han mostrado una capacidad asombrosa para adaptarse a los nuevos tiempos y sonar a ellos mismos, porque detrás de las maquinitas, hay buenas canciones. Podían haberse anquilosado y vivir de las rentas, pero no. Sus viejos temas están resistiendo muy bien el paso del tiempo y con los nuevos, en cada disco, siempre son capaces de conseguir un gran acierto sin resultar ni caducos ni fosilizados. Y además siempre han tenido un gusto excelente para elegir voces, como ocurría en The Test, temarraco cantado por un Richard Ashcroft espectacular. Volvió a ocurrir en la colaboración con Beck del disco anterior, que sumas vídeo+voz+melodía+letra y tienes que Wide Open es una canción per-fec-ta.

 Sus conciertos además son de los que te conmocionan. Dos tíos un escenario apretando botones no dan mucho juego para el directo, así que ellos han sabido crear espectáculos de imágenes y  luces de los que no se olvidan en la vida. Para colmo,  echas la vista atrás y descubres que tienen una colección de canciones tan buenas y en tanta cantidad que da vertigo. Sufarce To Air, por ejemplo, sigue siendo igual de emocionante que antes.

Y no sólo se trata de los singles, también de canciones que pasaron desapercibidas en su momento y que siguen siendo teniendo un toque especial, como este temazo, que ya tiene once años y sigue pareciendo un milagro de bonico:

¿Y todo este rollo a que viene? Pues a que lo han vuelto a hacer. Su nuevo single es una canción tremenda que recuerda en estructura y rollo a su megatremendoexitazocansinísimo «Hey Boy, hey girl«; una estructura machacona y pegadiza que se repite, evoluciona y muta hasta que se te pega y no puedas evitar bailarla, porque la gracia de este tema sólo la apreciarás en la pista (con ganas de un buen subidón). Con su nuevo tema, vuelven a conseguir sonar actuales sin vivir de las rentas y si la escuchas tres veces seguidas, no te la quitas del reproductor. Además el vídeo es de los que merece la pena que te detengas tres minutos y lo disfrutes. Ellos siempre han cuidado los vídeos y en su curriculum tienen auténticos hitos visuales que marcaron una épocaFree Yourself como trabajo visual es una obra perturbadora, distopía con retranca y mucho de humor negro. Homenajes cinéfilos variados en una rave robótica que da tanta risa como miedo. 

En resumen y lo que intento decir es…Qué gran carrera han hecho estos dos y como han mantenido el tipo. Se merecen que los reivindiquemos más, porque así da gusto. 

 

¿Y tú canción favorita de «los chemical» es…?

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