(Me llamo) Sebastián: la maravilla gayer de la música chilena

Una colaboración para atrozconleche de Antuan Austen @ArmaImpaciente ‏ 

Hoy me he enamorado. No de un hombre (ya me gustaría), sino de un proyecto musical: (Me llamo) Sebastián. Y claro, tenía mucho ganado: un piano y alguien cantando desgracias cortavenas es un cóctel explosivo para mí. Además, por si fuera poco, es chileno y gayer. No gayer random, un gayer que lo refleja a la perfección en sus letras, de las que dejaremos algunas muestras aquí para que, como yo, caigáis en las redes de MLS.

 

*** Hijos del peligro (La sombra, 2017): si algo se tiene que acabar / que seas tú adentro mío —

 

No, ahora en serio. Qué emocionante es descubrir a uno de esos artistas que te hace estar horas con el vello de punta, que cada canción te haga replantearte cosas, recordar historias, desear que sucedan otras. Me pasa poco: me pasó con The Smiths, con Suede, con Javiera Mena (otra chilena, qué maravilla la música de ese país, y qué maravilla ese país), con Rufus Wainwright, al que me recuerda -al Rufus de los primeros álbumes, al torturado, genial loco amante de heroinómanos. También podría ser MLS una versión sudamericana de Regina Spektor, otra artista geniala con piano que hay que reivindicar siempre. Que por cierto, Sebastián ya salió aquí en Atroz con leche, porque esta es una web visionaria.

 *** Sol cuídate (La belleza, 2015): llegas en bicicleta / ahora que eres tan deportivo / yo estoy más gordo / tú te das cuenta / me dices: cuídate, sol, cuídate / si me cuidara ya no compraría papas fritas / no sé si te acuerdas cuando las comíamos / ahí no me decías: cuídate, sol, cuídate / además se suponía que eso lo harías tú (nota: aquí va el sonido de mi corazón rompiéndose)

 

Solo he escuchado cinco canciones y cada una me parece un puto himno marica. Amor desgarrado, aplicaciones de ligoteo, el miedo a quedarse solo, la belleza que se revela en los gestos valientes, desafiantes. Empoderamiento queer desde Chile para el mundo. ¿Qué tenemos de esto aquí, en nuestro país, en la actualidad? ¿Tan poderoso, con un mensaje tan sincero, poético y arriesgado?

De hecho, las letras de Sebastián son tan potentes, irónicas, románticas de un modo siglo XXI, que es complicado elegir solo algunas para el artículo. Cada una es una historia completa, con personajes nítidos, con tramas que nos sonarán mucho, que nos tocarán la patata y lo que no es la patata. Haceos un favor, escuchadlas.

 

*** Niños rosados (El hambre, 2013): era entretenido igual, pero yo extrañaba mi Barbie / niñas rosadas y niños de azul / si hay montones de colores, ¿por qué solo dos combinaciones?

 

https://www.youtube.com/watch?v=Ti_1NQi1gGw

*** Baila como hombre: cuántas veces nos dijeron “baila como hombre, juega como hombre” / llenan huecos con sus miedos

 

(Me llamo) Sebastián tiene varios álbums pero yo lo he encontrado esta semana en la lista de música chilena de Spotify. El último, de 2017, titulado La sombra, contiene una de sus canciones más escuchadas en esta plataforma, “Hijos del peligro”, que también fue la primera rola de MLS que llegó a mis (bendecidos) oídos. En España (aún) no es conocido pero su talento lo merece. Y pronto. Ya os dejo, me voy al FNAC a comprarme un CD, que soy de la vieja escuela.

 

 *** Hijos del peligro (La sombra, 2017): Y si lo llevas ya en tus venas, ¿qué puedes cambiar? Y si me llega justo esa flecha, ¿qué puedo esperar? Somos hijos del peligro / Nunca nos van a callar.

 

+Update: no lo tenían en la FNAC. Pues me lo pillo en iTunes, que estoy muy loco.

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