El costumbrismo nazareno de «Mi querida cofradía»

A «Mi querida cofradía» le falta más mala hostia y más incorrección política, es lo que pensé cuando salí del cine. Pero pasaron las horas y entendí que no a todos los directores tenemos que pedirles que hagan un «Entre tinieblas» cofrade y que posiblemente la intención era hacer una comedia con temas  sagrados sin que los ofendiditos montaran la escandalera. Pero no por autocensura, sino por abrazarse al costumbrismo en el humor y ser coherentes con ello, oye. Es decir y para que te hagas una idea: es una peli donde te podrás llevar a tu madre y tú también te lo pasarás bien sin sentirte incómodo de tenerla cerca.Y quería decir todo esto al principio del post para que nadie se lleve a engaño.

Sin embargo, también salí del cine contento de haberme pegado unas buenas carcajadas y encantado de la capacidad de los creadores del film de mirar dentro de la idiosincrasia española. Han sido grandiosos en lo de diseccionar tan bien como funcionan las cofradías, los pueblos, las viejas de los visillos y la madre que los parió, esa mala leche escondida en las mesas camillas, de gente que no tiene otra motivación en la vida que la de ponerle unos cirios al trono de la virgen. Porque el esquema traslada ese rollete que tan bien hacen los americanos del héroe contra toda la sociedad para hacer del mundo un sitio mejor. Pero con capirotes. Y mantillas. Y la virgen santa. 

Si la película es un disfrute y merece la pena es por el trabajazo de Gloria Muñoz, una tía que debería ser protagonista de películas desde hace muchos años y que por fin tiene un papel a medida. Verla ponerse la mantilla, torcer el gesto, pisar con tacón firme por las calles de Ronda (donde está situada la película) o apretar los labios es un espectáculo en sí mismo. Está acompañada de un reparto a la altura con una tipología de personajes que si has vivido en un pueblo semanasantero, reconocerás y te troncharás con ellos (ese cofrade sutilmente marica…). De Gloria Muñoz son los grandes momentazos de este juego de tronos (cofrades) que se atreve además a echarle un visión feminista al tema que no te esperas. Puñaladas pueblerinas, conflictos familiares e intrigas nazarenas rematan esta peli que no será una obra maestra pero se pasa un buen rato entretenidísimo, con bien de risas y que abre una vía que el cine español debería explorar a la voz de ya.

PD: ¿Alguien me puede decir donde conseguir el maravilloso cartel de la peli? Si no es el mejor del año hecho en este país, se le acerca.

 

7 comentarios en “El costumbrismo nazareno de «Mi querida cofradía»”

  1. Me encanta esa actriz. Tan secundaria siempre que ni sí quiera le ponía nombre.

  2. Por fin alguien reconoce a esta actriz, a la que sigo desde que la vi en La Vida Alegre, del recientemente fallecido Fernando Colomo, hace ya tropecientos años.
    Saludos.
    Pablo G.

    1. Esto…Colomo está vivo y hace bien poco que estrenó película…
      ¿No te referirás a Antonio Mercero?

    2. No eres el primero que oigo dar por muerto a Colomo. Debe ser un caso de esos de persona que cuando muere de verdad te llevas una sorpresa porque pensabas que llevaba varios años con el pino puesto en la tripa…

  3. Pingback: La otra gran serie | Atroz con leche

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