The Sound of Arrows y el siempre complicado segundo asalto

     Teníamos pendiente hablar del nuevo disco de los suecos The Sound of Arrows, «Stay Free», su segunda incursión en formato largo. No quería precipitarme mucho y darle alguna oportunidad más, los creadores de esa maravilla que fue «Voyage» (2011) lo merecen, pero ahora es el momento de decir que la larga espera, las ilusiones y los sobresaltos cada vez que oíamos algo de Stefan Storm y Oskar Gullstrand, sinceramente, no han merecido la pena. Maticemos, no es un disco horrible, pero si que se queda a la altura del betún en las comparaciones con su debut. En mi opinión, se les ha ido la mano con el azúcar, con el buenrollismo en forma de balada, con los mensajes de auto-ayuda y con las malas influencias musicales, me gustaban mucho más cuando recordaban a Pet Shop Boys que cuando lo hacen a Moby o a Lana del Rey, incluso a Justin Bieber o ¡Enya!!!! Está claro que Stefan en todo este tiempo ha ido a clases de canto, pero la deriva hacia ese pop-electrónico-r&b que tan de moda está no es su especialidad, les quedaba mucho mejor el synthpop y el electropop, o quizás fuese la mano de su excelente productor, Richard X,

     En su descargo, decir que el disco arranca bastante bien, hasta la cuarta canción todo fluye, incluye un «(Opening Tittles)» ligado a la correcta «Stay Free»  y los dos singles hasta el momento, «Beautiful Life» y la que probablemente sea la mejor canción del conjunto, «Don’t Worry». Al llegar a la quinta bajona total, la balada «Lost in L.A» es muy aburrebragas, «The Greatness» tampoco sube el nivel y ni siquiera su maravillosa compatriota Annie, consigue elevarlo en «Wicked Ways», que parece por momentos una cara B del «Porcelain» de Moby. Total que esto ya no hay quién lo remonte, queda alguna buena intención como «Hold On» y su sampleo del «Born To Die» de Lana del Rey, y poco más, la verdad, el momento BSO de «El Señor de los Anillos, de «Another World» y el de coros «Orinoco Flow» de «In The Shade of Your Love» mejor obviarlos.

     Pero como no quiero ser tan drástico y prefiero el espíritu positivo os dejo con la verdadera joya de este fallido álbum y con él mismo para que juzguéis vosotros, ¡que igual yo estaba esperando otra obra maestra!

 

14 comentarios en “The Sound of Arrows y el siempre complicado segundo asalto”

  1. Pues he de decir que empecé a escucharlo y también me decepcionó a little, pero ha pasado el tiempo y sigo escuchándolo. Pese a que le reconozco sus defectos y sus excesos de azucar, me gusta, me gusta mucho y me encanta que lo hayan sacado, tan fuera de modas y a su rollo. Es cierto que la primera parte es grandiosa y conforme pasa el disco, va decayendo, pero oye, el ejercicio noventero de producción de “Wicked Ways” es una pasada. A ver si los únicos homenajes defendibles son los que se hacen a los ochenta o al italo disco, hombre.
    «Don´t worry» para mí ya es la canción del año y me parece muuuy injusto que «Stay free» se tilde solamente como correcta porque es una puta preciosidad.

  2. C. del Palote

    Cada uno con su opinión, yo esperaba mucho más de ellos y me reafirmo en lo dicho correcta «Stay Free» y lo de «Wicked Ways» pues bastante normalito, sin más y tirando a flojete, pero una «pasada», mira no.

    1. Justo lo andábamos escuchando Hilde y yo hoy y nos ha parecido una banda sonora de Disney, por lo almibarado del disco. En fin, bastante flojibiris…

  3. Agradezco mucho este acertado análisis del disco, algo más objetivo que la media y sin demasiados pelos en la lengua, estupefacto como estaba de leer a algunos gurús extasiados con el giro estilístico del que el dúo sueco alardea en su lamentable alejamiento del exquisito electropop de su debut. En el fondo sé que la culpa de la decepción que me ha invadido al escuchar esta segunda entrega de The Sound of Arrows (solo comparable al mazazo que ha supuesto el “World be gone” de mis adorados Erasure), la tienen las altísimas expectativas generadas tras el deslumbrante “Voyage”.

    Tan solo los prejuicios de una mente purista, afectada por los sarpullidos de los coros tribales, podría calificar de ‘correcto’ un tema tan preciosista y sublime como “Stay Free”, sin duda uno de los mejores de este 2017. No puedo discutir el acierto de la emocionante “Don’t worry”, con ese contenido crecimiento y especialmente de sus arrebatadoras cuerdas, o la interesante ambientación electrónica de “Hold on”, y esa elegante grandilocuencia de su exhuberante orquestación. Pero estos tres grandes temas, unidos a la encantadora corrección de “The greatest” o “Wicked days”, no son suficientes para salvar un álbum cuyo fallido cambio estilístico le hace naufragar en la prueba de fuego de la comparación con su predecesor.

    Y es que, por mucho que me he puesto en situación, no me puedo imaginar a estos pimpollos defendiendo en directo cortes tan soporíferos e insufribles como “Beautiful World” (¿de verdad no había otro primer single?), la somnífera “Lost in L.A.” (¿por qué?), la aburrida inocuidad de “Moment in the sun”, el efecto sedante de “Another world” o la pastelosa “In the shade of your love”, en su indisimulado e innecesario tributo a Enya (a lo mejor van a hacer una secuela de La Misión y no nos hemos enterado).

    Creo que en su encomiable esfuerzo por emocionar a base de mensajes de autoayuda y optimismo existencial, los suecos han sembrado de baladas sobreproducidas un álbum marcado por una excesiva pleitesía al ambient de los 90, con obvios y empalagosos acercamientos a Moby, Enya o William Orbit, que ha logrado, sin embargo, aburrir y dividir a su (ya no tan inquebrantable) base de fans, mitificando aún más su grandioso debut. Pero maticemos: no es un disco horrible, ni mucho menos. Solo una aburrida sucesión de temas excesivamente correctos y elegantes, de impagable valor como preanestésico para amenizar el trance de la visita al dentista.

    Ea, ya lo he dicho.

    1. C. del Palote

      Jajaja!! «Prejuicios de una mente purista, afectada por los sarpullidos de loscoros tribales…» alguien que escribe esto: https://atrozconleche.com/2016/11/28/pnau-el-fluor-era-esto/ y que se declara ferviente admirador del «Yeke Yeke». Os pincháis, además para una de las que no hablo mal…Y a mi «Beautiful Life» me gusta, mas insufrible me parece la pomposidad de «The Greatest»…

      1. Eso, eso, tú quédate en la anécdota Palote. Pero tienes razón… ¿cómo he podido olvidar tu indisimulado y ferviente eclecticismo, si Crystal Fighters es tu grupo favorito ever, adoras las rumbas de La Bien Querida, mueres por la fusión flamenco-indierock de Los Planetas, y estás a punto de dedicar una videosemana temática a los Grammies latinos? Claro que sí, guapi… qué torpeza la mía. Perdóname.

        1. C. del Palote

          A mi cuando los ritmos tribales están bien trabajados me gustan, de hecho Crystal Fighters ya que lo mencionas, me encantaban al principio, cuando hablaban de sonidos euskaldunes, pero no me hables del último disco que es bastante flojo, y lo sabes!! Y claro a ti también te encanta el reggaetón…

          1. A mí lo que me parece imperdonable es que nadie nombre a «El rey León» como inspiración máxima de la última parte del disco…

    1. Ay, Palote Palote… me duele que tu purismo te haga despreciar la vertiente más tropicalista de Crystal Fighters. No me encanta el reggaeton y lo sabes (aunque tampoco me da alergia). Si en privado he reconocido que este verano no hemos parado de escuchar el Despacito, Maluma o Shakira, es por los sacrificios que conlleva la paternidad. Pero también sabes mejor que nadie que mis chicas devoran los vídeos de La Prohibida y a Kika Lorace, y que (en un alarde de educación musical seria y responsable) también se han jartado de escuchar a Thievery Corporation, Bonobo o Joe Goddard… (¿cuántas colegialas por debajo de 8 años pueden presumir de ese curriculum indietrónico? ¿acaso no compensa eso el desliz del reggaeton? Indúltame, anda…

  4. C. del Palote

    Era ironía!! Ya se que no te gusta!! A mi el tropicalismo me pone poco palote la verdad, pero es lo que te digo depende de como se use. Y menos mal que tus hijas te tienen a ti, ya vendrán los disgustos cuando decidan ellas lo que escuchar :(.

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