Algora vuelve por sus fueros

Había mucha expectación con este nuevo disco del alcarreño, Victor Algora. Sus fans más incondicionales y decepcionados (muchos de ellos) con ese experimento llamado “La evolución del hombre al pájaro” temíamos lo peor tras el anuncio de este “Folclore del Rascacielos” a sabiendas de que sería el mismo productor, Raúl Querido, el que también iba a dar vida al nuevo disco (Nota: Algora nos aclara en comentarios la aportación de Raúl Querido en estos dos trabajos). Si “La Evolución” sonaba a refrito mal estructurado, a canciones descartadas de tiempos pasados y a un acercamiento a la ¿electrónica? que no logré entender, este Rascacielos nos trae de vuelta a un artista único con un inmenso e inspirado imaginario. En este nuevo álbum la producción es mínima y ese es su principal atractivo; todo es tan low-fi, tan analógico, tan de andar por casa que hace que nos enamoremos de su sonido desde las primeras notas (y teclados) de la bellísima “Antinoo”. En “Folclore del Rascacielos” escuchamos cinco elementos básicos: teclados, bien de guitarras acústicas, un bajo demoledor, caja de ritmos y una voz a la que le descubrimos nuevos matices y cierto riesgo que se agradece y mucho. Poco más.

Víctor vuelve a encriptar sus historias, se aleja del costumbrismo en las letras que protagonizaban “Verbena” y nos vuelve a cantar sobre cosas que entiende él y las personas a las que les dedica algunas de estas nuevas canciones. Eso nos gusta tanto… Una de mis favoritas es “Canción de amor a Satanás” con esa acústica tocada como a cámara lenta y un piano que es un río. Pero es que el disco rebosa inspiración: desde la muy pegamoide (single en potencia), “Desayuno sobre la hierba”, otra de mis favoritas, a “El amado distraído”, pasando por la maravillosa “Dioses y hombres”, que contiene una de las mejores letras que  he escuchado en mucho tiempo, o “Sombra de reptil gigante” otro de los grande momentos de un disco más que notable. Hay tanto Mecano, tanto Family, es tan para bailar, escondidos bajo una losa de mantas de invierno, que por eso me tiene enamorado.     

algora

Y, como decía,  las letras vuelven a interesar. En ellas utiliza muchas de las palabras o expresiones que le leemos habitualmente en redes: “zarigüeyas del infierno”, “unicornios asesinos”, “langostinos” y estrofas lapidarias que nos devuelven al gran poeta que es: “y serán montañas tus brazos y relámpagos tus ojos, por si algún día no sé escaparme”  “fóllame antes de que nos entierre la posguerra y nos olviden nuestros nietos”, “pienso en la paternidad, la biología lo impide” y así mil cosas más que cada escuchante se llevará a su casa para hacerlas suyas.

Un rascacielos parece ser el hilo conductor de todo el disco, ya que esta palabra se repite en no pocas canciones, y la soledad elegida, como ya apuntaba el artista. No creo que esté tan solo, aunque lo desee. Detrás de sus canciones hay demasiadas cosas por las que luchar y que debería cuidar. Sus fans de siempre responden a su llamada, la respuesta a su crowdfunding, para sí lo quisieran muchos y con esta vuelta de tuerca seguro que hace que se le acerque otro público más indie que marica. Por lo tanto es el momento de subir al rascacielos y tirarse en plancha para defenderlo en directo, dejar de lado a sus dioses para convertirse en  un hombre con los pies en la tierra, la guitarra en la mano y un puñado de canciones que haga que sus seguidores le adoren como artista.

12 comentarios en “Algora vuelve por sus fueros”

  1. Hola Mocico.
    Muchas gracias por la crítica :)
    Solo un apunte: el disco de ‘La evolución del hombre al pájaro’ no fue producido por Raúl Querido, solo me dejó su estudio para grabar las voces, actuando como un mero ingeniero de sonido. Al igual que tampoco ha producido este, ha grabado algunos sintetizadores y me ha ayudado como ingeniero a grabar las guitarras. Aquel disco estaba producido por mí y mezclado por Jose Luis Macías. Al igual que este.
    Muchas gracias por la crítica otra vez, es muy bonito lo que dices.
    Te mando un abrazo.

    1. Eso me pasa por no leerme los créditos. Si te soy sincero a «La Evolución» no le presté mucha atención y estoy esperando este disco físico para leerme todo de cabo a rabo, créditos incluidos, Si esta producción es tuya, te doy, otra vez, mi mas sincera enhorabuena. Hacía mucho tiempo que no escuchaba una cosa tan sencilla y bonita, tan «unicornio asesino». De corazón. Y la edición física (vinilo) tiene una pintaza…Lo importante, en cualquier caso, son las canciones y la mayoría son preciosas lo que me reconcilia con el Víctor Algora artista. Hasta el «indie» más homófobo debería rendirse al concepto.

      1. La producción es a medias entre Jose Luis Macías y yo, aunque el es el que hace que suene tan bonito. Mil gracias otra vez, yo también espero a que el vinilo llegue de fábrica, siempre tarda un poco más, pero con el diseño de Rubenimichi está asegurado que será una pasada.

        1. En cualquier caso, solo quería dejar claro que Raúl no tuvo nada que ver con la producción de ‘Breve historia de la luna’, que si algo hizo Raúl fue apoyarme, acompañarme y hacer mejor el proyecto.

          1. Gracias por la aclaración. Has visto que ya lo hemos corregido (derivado) en la critica a tus comentarios. Y me gustaría mencionar a José Luis Macías por este y otros grandes trabajos, bien como productor, mezclador o masterizador (si esta palabra existe), léase Salvador Tóxico. Talento de sobra y un apoyo incondicional a proyectos que no lo tienen (tenéis) tan fácil y con un público tan «especifico». Hoy te leía en Facebook lo relativo a los medios machistas y homófobos para con la absurda etiqueta del «indie», corriente supuestamente más abierta que la industria genérica. El público se lo trabaja cada uno, el público lo tiene que cuidar cada uno e ir avanzando conforme vayan viniendo las circustancias y no desaprovechar oportunidades, sin dejar de ser uno mismo. Los grandes medios son amiguismos, dinero o que a uno de sus redactores le flipe lo que haces. Pero debe primar la honestidad, el ser humilde y trabajar para ser cada día un poquito mejor, sin más. Es mi opinión. Y sí, hay ciertos reparos para apoyar el concepto queer, pero empiezan a visibilizarse y normalizarse ciertos proyectos gracias a ti, a Salvador Tóxico a Miss Cafeina a Niño de Elche y muchos más que se me olvidan. Hay que mirar al frente. Un saludo.

  2. El disco es una maravilla, las letras fantásticas como siempre, la madurez de la voz… yo le doy un 10.

    Peeero he de decir que si tuviera que ponerle una pega, el último corte cierra de una forma muy abrupta el disco.

  3. Foto del avatar
    FakePlasticBoy

    Yo estoy entusiasmado con el disco. Lo saboreo en cada escucha. Y creo que aunque probablemente sólo escriba de cosas que entiende él y las personas a las que dedica algunas canciones (licencia artística totalmente legítima, por otra parte), sus metáforas y símiles se captan sin problema y calan muy hondo, como siempre lo han hecho (aunque admito que me ha costado dar con el sentido del «rascacielos», que aún no sé si se refiere a una especie de fortaleza de la soledad o a las alturas a que conduce el éxito).
    Para mí, todo es brillante en este disco, transmite impecablemente la pasión con la que está concebido y confirma a Algora como el GRANDE que es. Como el grande que es para mí.
    Un 10.

    1. Lo bonito de las letras tan metafóricas es que cada uno les da el sentido que quiere, el que percibe, que puede ser totalmente contrario a lo que ha querido decir el artista. Algora suelta frases muy potentes y las reviste de melodías dulces, en muchos casos, Ese contraste es el que siempre me ha fascinado y que aquí parece haber recuperado.

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