Un peliculón llamado «Moonlight»

Me encantan estas cosas que tiene la vida: llevo como dos años quejándome de que con el cine «hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo» y desde que empezó 2017 he visto al menos cinco películas que pasan del notable e incluso a algunas podría clasificarlas tranquilamente como de matrícula de honor, Es el caso de «Moonlight».

Producida entre otros por Brad Pitt, de todas las películas «temática negra» que se presentan a los oscars este año es, sin duda , la mejor con diferencia y no sólo eso; la noche de los premios dorados, por primera vez desde hace muchos, muchísimos años, me interesan como si las hubiera hecho yo dos de las nominadas (para saber cual es la otra pincha aquí) y en mi habitual intensidad, sufriré y lloraré porque las dos no se puedan ir a casa agasajadas de premios.

tenorEn esa ceremonia también está multinominada Manchester by the sea, de la que ya te hablamos anteriormente y viene genial a colación porque pudiendo partir de una misma intención, los resultados son totalmente distintos. Moonlight también pretende ser realista, también cuenta una historia amarga pero, repito, no hay color entre una y otra por un montón de razones. Lo primero porque Moonlight sabe perfectamente de las vejigas de los espectadores y no necesita llegar más allá de las dos horas para explicar una historia compleja y llena de matices.

d1ddc9b0-a05f-0134-194c-060e3e89e053Sobre el papel y leyendo el argumento tenía todas las papeletas para que no me gustara, pero me equivoqué y mucho, porque uno de sus aciertos es esquivar personajes estereotipados y situaciones previsibles (el camello es buena gente, los consejos para que el prota se acepte..). La historia nos cuenta a través de tres momentos vitales (niño, adolescente y joven adulto) la evolución de un marginal que vive en un barrio chungo de Miami, de ahí el icónico cartel en el que el rostro se divide en tres porciones cual queso. Que puede parecer muy evidente pero yo no me di cuenta hasta que vi el film

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Mientras que en Manchesterbythesea la música es redundante y más allá de lo hortera (¡Ay el trilladísimo adagio de Albinoni), la banda sonora de Moonlight,  también a base de instrumentos de cuerda, es una absoluta maravilla que acompaña justamente a unas imagenes a las que se les pone el guapo subido. y es que mientras que en Manchesterbythesea las imágenes son  feorras y sucias como la historia que narra, en Moonlight hay momentos y escenas de un lirismo  potentísimo, hermoso y  desarmante que hará que te levantes unos centímetros del suelo para levitar. Porque lo fundamental, lo que nunca habíamos visto, lo que estaba pidiendo a gritos una película y nunca vimos em una pantalla hasta hoy es que el niño es homosexual. Doble marginación.

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Demasiados detalles dolorosos y minuciosos para que sea una historia inventada, así que es fácil suponer que hablamos de una biografía del director, Barry Jenkins, que aparte de talentazo deja que te descubra lo guapérrimo que es.

Barry JenkinsNo sólo se habla la exclusión social, la difícil vida que se debate por salir adelante en los suburbios  el efecto de las drogas en el seno familiar, aparte de todo eso magníficamente retratado, lo fundamental es la idea principal que subyace, mejor que muchos discursos políticos y mil tratados de antropología;  hay gente que no podrá salir jamás del agujero, ni de su clase social de barrio marginal, ni de su vida de miseria, ni de sus nulas posibilidades porque está marcado para que así sea y la sociedad ha creado los mecanismos para ello.

Aquí, el dire con los tres actrores que interpretan al personaje.

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Es especialmente espeluznante el tratamiento del bullyng que hace el largometraje. De cómo los opresores hacen de la vida de un niño una tarea imposible, un puto infierno del que casi la única manera de salir es muerto o a la cárcel. O cómo los centros educativos y los entornos familiares no hacen nada por evitarlo. El retrato es tan crudo que si lo has sufrido alguna vez, prepárate porque vas a tener pesadillas. Y es especialmente doloroso porque es imposible no sentir una ternura bestial por el protagonista. Te lo llevarías a casa, lo cuidarías y lo defenderías a muerte para que nadie le hiciera daño nunca más. Y claro, eso tiene un serio problema; empatizas tanto  que los últimos veinte minutos sufres por él cómos si fuera tu hermano, esperando un final terrible y trágico que crees que se avecina. Si ocurre así o de otro modo es una de las gracias de la peli y que yo, por supuesto, no te voy a desvelar.

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Pero…¿Saben lo mejor que tiene este peliculón? Que da esperanza. Sin falsos remiendos ni dulzura impostada, hay belleza en el dolor y posibilidad de magia. Hay momentos que son maravillosos y gente que, entre tanta maldad,  te salva. Especialmente emocionantes los últimos veinte minutos llenos de silencio, miradas y complicidad que mira lo que te digo, si no se te caen lagrimones como puños, hace mucho tiempo que dejaste de usar el corazón. De hecho, para mí tiene una de las mejores escenas de sexo que he visto nunca en el cine. Tan bonita y lírica que se te quedará grabada durante días. En definitiva, todo lo que Brokeback Mountain estuvo a punto de hacer y no consiguió (opinión de alguien que odia la peli de los vaqueros maricas y se me nota).

 

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Por todo ello, me alegro muchísimo de todas sus nominaciones pero me parece flipante que el prota en edad adulta, Trevante Rhodes, no tenga una nominación y no me refiero al premio al chulazo del año, que también.

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Es que sus escenas son, sin duda, unas de las más emocionantes que vas a ver en una pantalla en muchísimo tiempo. Desde el encuentro con la madre hasta la parte final, que semejante cacho de carne sea capaz de hacer una actuación comedida, brillantísima, tierna y llena de miradas que retuercen el corazón, es, de verdad de la buena, casi un milagro. Por si te lo estás preguntando, el actor no es gay en realidad y eso hace que el mérito sea aún mayor.

source¿Pero qué haces aquí leyendo aún? Sal corriendo a verla, hombre!

 

 

8 comentarios en “Un peliculón llamado «Moonlight»”

  1. «Eres el único hombre que me ha tocado», todo acompañado de un lenguaje corporal controlado y extraordinario. Sí señora.

    1. Esos últimos veinte minutos son de un nivel romántico-destroyer-enfermizo que mira, con las tragaderas que yo tengo pa esos asuntos, ni a´aún así pude aguantarlo sin ponerme malo de acostarme.

  2. Debí ver otra película, pero es que esta con sus pretensiones de refinamiento y sutileza termina por ser tan abstacta que mira no, no conecta emocionalmente con el espectador, además de esa visión del personaje gay tan asexuado, que es tan cómoda para el gran público, bien que sea maricon mientras no se note mucho…

    1. Sí, por eso en la escena cumbre hay un personaje que se limpia el semen en la arena…Por no molestar.

  3. Yo acabo de llegar a casa del cine y me ha dejado un poco tibio. Quizás por la temática que trataba pensaba que me tendría que gustar más, ya sabéis, película que trata en mayor o menor medida la homosexualidad, que está nominadísima, que la crítica no deja de hablar de ella y que no está pasando de tapadillo por la cartelera, vas más predispuesto a que te tiene que encantar; y quizás haya sido esa espectativa la que no me permite hacer una valoración justa. Eso sí, ese reencuentro final (ya en la llamada y en el sueño) es para rendirse, como decir tanto con tan poco. Bueno, y los ojazos de André Holland también son para caer rendido.

  4. Foto del avatar
    FakePlasticBoy

    A mi me ha parecido un prodigio de película. Esperaba que me gustase, pero no hasta el punto de que llevo con la peli en la cabeza dos días, recordándola, reviviéndola, apreciando sus muchos y maravillosos detalles (¿alguien ha caído en la simbología de los nombres de los personajes de Juan y Teresa, que son quienes le bautizan y alimentan respectivamente?).
    Esa poesía en las imágenes rememorando el estilo de Wong Kar Wai y ese guiño a Almodóvar (a quien estoy seguro de que la peli le ha fascinado) con el tema de Caetano Veloso.
    Mahershala Ali está estupendo, pero Trevante Rhodes hace algo magistral con esa contención que pasa de ser una fortaleza inexpugnable a una presa con fisuras por la que escapan taaaaantas emociones que… pufff, imposible no emocionarse. Muy injusta e incomprensible su no nominación, de verdad.
    Maravillosa obra de arte que ya está entre mis películas favoritas de todos los tiempos.

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