«Ultracoloreadas» el tesoro que querrás tener

Me lo planteé como un reto; no quería  usar la palabra ·«petarda» para hablar de Ultracoloreadas, hice una prueba entre varios conocidos a ver qué palabras obtenía y sin mediar explicación, les decía antes de ponerselo en los morros, «mira lo que me he comprado». Las respuestas fueron desde las onomatopéyicas…

Aymimadreeeeee

A las más expresivas..

¿Pero esto que eeeees? M´eeeeeencaaaaanta!!!

Y ahí está la verdadera pregunta intringulis (que palabra más bonica, copón),,,¿Qué es «Ultracoloreadas«? Aparentemente es un libro y se vende en librerías. Pero además es un entretenimiento destinado a los adultos  que encima podrían usar los niños.

También es un capricho y un regalo sorprendente. Y ya que nos ponemos, puede usarse como mandala, para relajarse pintándolo. O desbaratarlo entero y hacerse unas láminas con él para decorar tu pisito. Pondría tantos ejemplos que llenaría todo este post, pero no es necesario extenderse; Ultracoloreadas es lo que tú quieras que sea. La obra es de Donacio Cejas y con ese nombre me pregunto si es alguien real, un pseudónimo o un nombre artístico.

La editorial es Hidroavión, una editorial jovencísima (se creo en el 2015) y es de las que necesita tu apoyo por los riesgos que corre y por lo que están publicando, que es mucho y muy interesante. Dato a destacar porque cada vez que pienso que alguien ha editado y sacado al mercado semejante joya me dan ganas de levantarme y aplaudir. Qué visionarios, qué valientes, qué sabios. Porque amigas, si el mundo del libro puede hacerle frente a la invasión digital, es con maravillas como esta que se pueden usar, regalar y que sería muy difícil que una pantalla supliera el placer del papel. Ideal para dejar a los amigos con la boca abierta, ahora que se acerca Navidad y Reyes, apunta este regalo que seguro, segurísimo va a sorprender y encandilar. Y el prólogo es de La Prohibida, por si te faltara algo.

Total. Cumplí mi reto y no he usado la palabra «petarda» y sus derivados, pero oye…Con que ganas me he quedado de decir «pedazo de mariconada«.