A vueltas con el dichoso fat shaming

fatsh_p

Aquí a veces nos ponemos un poco serios, y Mr. Fluffer escribía un post titulado “4 cosas que aprendí en verano” en el que, entre otros temas, abordaba uno muy serio: el fat shaming.

¡Ay, amigas, el fat shaming! Lo que nos preocupa en esta redacción un fat shaming. Y no porque todas estemos gordas. Al contrario, creo que la proporción de lo que la mayoría calificaría como “gordo” es bastante baja.

Y yo soy uno de los representantes de esa minoría.

El caso es que Mr. Fluffer apuntaba un tema muy interesante: si estás gordo, ¿es CULPA tuya? La respuesta es, a priori, sí. Pero antes de lanzaros en plancha (¡que esto no es una polla, cari!) vamos a analizar un par de cuestiones.

En primer lugar: culpa. La eterna y tan socorrida culpa. La herencia judeocristiana que arrastramos durante siglos. Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. Fat shaming en estado puro. Shame on you! Basta ya, por favor, de verdad. Basta ya de machacar con el término. Porque no es “culpa”, oiga. ¡Que no hemos matado a nadie! Hablemos en este caso –y por positivizar la situación, que es algo siempre necesario cuando se trata de temas de salud– de responsabilidad. ¿El cuidado de tu cuerpo es responsabilidad tuya? Sí, innegablemente. Pero maticemos.

La responsabilidad es tuya, por supuesto. Pero, para empezar por algún sitio, que aquí hay mucha tela que cortar, eso no le da derecho a nadie a juzgarte. Por muy profesional sanitario que sea. Porque algunos están gordos (sí, he dicho están, nadie “es” gordo o delgado, cuidadito con las etiquetas) porque quieren. Porque pasan de todo. Claro que los hay. Pero hay personas que tienen un problema con el control de su peso porque, probablemente, tienen un problema con el control de su vida. Con el control de sus emociones: una nefasta relación con la comida que la convierte en un refugio placentero ante ciertas frustraciones de la vida. Por poner sólo un ejemplo.

fatsh_m

Y aquí es donde interviene la responsabilidad de “las autoridades sanitarias”. Ya sé que es difícil, que la situación económica es la que es y que los recortes, los dichosos recortes, están matando el magnífico sistema sanitario de este país, pero creo sinceramente que en los centros sanitarios tendría que haber programas serios de detección de este tipo de problemas emocionales que provocan o agravan ciertas situaciones médicas.

Porque no todo el mundo está gordo porque quiere.

Y porque no todo el mundo puede ponerse a dieta así, con toda la facilidad del mundo. Porque –estoy hablando por mi propia experiencia– es difícil emocionalmente (yo he descubierto en los últimos meses que puedo llegar a tener una fuerza de voluntad sobrehumana) y es harto complicado económicamente. ¿Vosotros sabéis lo carísima que es una cesta de la compra “sana”? Yo os lo digo: ca-ri-sí-si-ma. cari.

Una dieta no es comer sano un tiempo y ya. Una dieta seria y eficaz implica cambiar de hábitos y “aprender” a comer. Porque si uno come correctamente, al final puede acabar comiendo, en su justa mesura, de todo. Y, sí, por si te lo preguntabas: llevar una vida «más sana» es más caro que no llevarla.

Lo cual me lleva a la segunda de las responsabilidades de “las autoridades sanitarias”: la educación. A los niños no sólo hay que enseñarles matemáticas y lenguaje. A los niños hay que educarles. Sí, sé que eso  se hace en casa. De hecho, soy de los que defienden que la educación se da en casa, no en el colegio. Pero también creo que los centros educativos tienen que contar con programas educativos que refuercen los valores que los niños reciben en sus hogares. Que los encaminen en la buena dirección.

Sí, a un niño tiene que enseñarle su familia a comer verduras. Pero probablemente este mensaje le calará más hondo si, además, lo refuerzan en la escuela de una manera divertida y académica a la vez. Porque la información complementa la educación. ¿Y cuántas veces hemos oído lo del niño que no come pescado en su casa y sí, en cambio, en el comedor del cole? Y aquí, como siempre, volvemos a encontrarnos con los dichosos recortes.

En definitiva, el fat shaming existe, estoy de acuerdo con Mr. Fluffer. Y algunos lo hemos sufrido. Que te digan que si te duelen los riñones es por estar gordo, es fat shaming. Fun fact: A mí me duelen los riñones más a menudo ahora, que he perdido peso y hago deporte de manera regular, que antes. Así que supongo que el dolor no será siempre por estar gordo, ¿no?

No cargo contra los profesionales del sector. Sé que les faltan recursos y que nadie les pone el trabajo fácil. Y que sus jefazos, los señores que se supone que tienen que velar porque todo funcione, están demasiado ocupados para centrarse en lo que es más importante. Pero, por favor, un poco de sensibilidad. No pierdan nunca de vista que están tratando con personas.

Y que los que tratan ovejas se llaman “veterinarios”.

28 comentarios en “A vueltas con el dichoso fat shaming”

  1. Estoy totalmente de acuerdo en lo que dices y me parece que das en el clavo con lo de cambiar culpa por responsabilidad. Al respecto, hay un libro que considero que da con el «quid» de la cuestión respecto al fat shaming. Y es que la gente no controla su cuerpo. Es tu cuerpo el que funciona solo. El libro en realidad es el método de cómo un hombre dejó de ser obeso (El Método Gabriel) y da recomendaciones para ir a las causas profundas de por qué tu cuerpo puede estar acumulando grasa por pura programación fisiológica, o porque está falto de nutrientes o por temas emocionales (como tú bien apuntabas).

    Es una pena, pero la sociedad tienen que empezar a cambiar su visión sobre la gente gorda. ¡Los gordos no son vagos!

    1. Ojo, que en este caso es sobre el fat shaming, porque me toca de cerca, pero podríamos hacerlo extensivo… que estamos en una sociedad que se dice abierta pero que a su vez te obliga a someterte a la cruel dictadura de ciertos cánones estéticos, sociales e intelectuales…

  2. Me parece muy interesante abordar el fat shaming como punto de partida para revisar si los hábitos de vida y alimentación que llevamos son más o menos saludables.

    En el ámbito escolar, puedo decirte de primera mano, con dos niñas pequeñas, que en general, los menús de los colegios ofrecen una alimentación bastante variada con pescado, legumbres, verduras, carne y fruta. Es un buen punto de partida, siempre que en casa se continúe con ese equilibrio y disciplina alimenticia de cara al futuro. Y es responsabilidad nuestra, de los padres, que la bollería industrial, las chuches y la comida rápida se restrinja todo lo que se pueda, pero que tampoco se les prohíba, porque son niños y disfrutan de ello. Pero la realidad social se impone, y para aquellas familias que no pueden permitirse pagar el comedor escolar (que son muchas, y no es gratis ni mucho menos), comer en casa les supondrá en la mayoría de los casos, renunciar sobre todo al pescado y a la fruta (por sus precios prohibitivos en la mayoría de los casos para familias con escaso poder adquisitivo), y recurrir a embutidos y otros productos cárnicos altamente perjudiciales para la salud, y a kilos de pan.

    En el caso de los adultos, llegar a un estado de sobrepeso u obesidad depende de cómo gestionamos los estados de ansiedad (en mi caso fatal), pero también del propio metabolismo de cada persona. Y aquí intervienen dos elementos esenciales en los que la fuerza de voluntad es la clave: educar al cuerpo a comer moderadamente y con variedad, y la práctica regular de deporte. Sin eso, creo que no hay control posible.

    1. Creo que el tema de la educación es importantísimo. En este y en otros ámbitos. Y es justo ese sector y el de la sanidad por el que algunos empezaron a recortar. No creo que sea casual.

  3. El otro día, estuvimos hablando del tema de la obesidad. En relación sobre todo a lo cara que es la cesta de la compra y como en las capas sociales más bajas la gente está engordando como pollos de corral.

    A día de hoy, sobre todo en países como Estados Unidos, se está haciendo una distinción sobre el tipo de alimentación que tienen las personas más pudientes y las que no. El resultado es básicamente que las clases sociales más desfavorecidas comen basura que les engorda hasta límites insospechados mientras que la gente con más recursos goza de mejores cuerpos porque pueden permitirse comida más saludable (y un estilo de vida más tranquilo y sin tanto sobresalto).

    A todo esto hay que añadir problemas de educación, como bien indicas, o problemas más grandes como la relación que desarrollas con la comida desde un punto de vista emocional. Si además tenemos en cuenta problemas derivados con los medicamentos, enferrmedades concretas que desarrollan sobrepeso y un largo etcétera llegamos a la conclusión de que es un problema bastante grande y con el que tendríamos que estar más concienciados y aportar recursos para frenarlo de una vez por todas. Evidentemente no por una cuestión estética si no más bien por una cuestión sanitaria y los problemas asociados al sobrepeso.

    1. Es que da para tesis doctoral, eso seguro. Lo de la cesta de la compra es un escándalo. Yo, que para las cosas de los cuartos soy muy catalán, llevo la cuenta del presupuesto mensual y cuando empezamos con «la vida sana» el presupuesto de la cesta de la compra se disparó. Que hice hasta gráficos de excel, que así se veía más claro… XD

  4. Felicidades por el post, pero le falta una parte:

    Sí, parte depende de tus hábitos de vida, pero no siempre es culpa tuya. Cada día conocemos más sobre los mecanismos biológicos asociados al sobrepeso. El médico o enfermera o quien sea no te puede echar la culpa sin saber el origen de por qué pesas más. Es posible que tus genes estén indicando a tu cuerpo que almacene hasta la última caloría que tomas.

    Tengo un ejemplo muy cercano, que casi me hizo ir a «pegarle» al médico por mal profesional y BURRO. Una de mis tías, desde que tengo uso de razón, la he visto a dieta. ¡Toda su vida! Y la pobre sufriendo y sin adelgazar. Una vez el médico (hace muchos años) le dijo «que era gorda, porque era débil y era su problema». Cuando me enteré casi me lo como. Pasados unos meses, dicho INEPTO, se fue de vacaciones y llegó un médico joven de reemplazo que al verla le preguntó si le habían hecho un análisis de sus niveles de tiroxina (modulador del metabolismo). Nunca, se lo habían hecho y resultó que sus niveles eran nulos (origen de por qué ninguna dieta funcionaba). Daba igual lo que hiciera, que su cuerpo no era capaz de quemar nada. Y ella con un complejo que te pasas.

    Por otro lado, llevo un mes peleándome con colegas y amigos sobre el peligro de la noticia de UK sobre que iban a discriminar a fumadores y a gente con sobrepeso a acceder al sistema sanitario. ¡Me parece una locura! Lo ponen «como medida de ahorro y presión» y va a ser al revés, es una medida que va a costar más dinero en el futuro; ya que limitando el acceso a la sanidad (como hemos visto en España con los inmigrantes) lo que fuerzas es que sólo se vaya al médico cuando el problema (que al principio era una tontería) de salud que tenías se convierta en un monstruo, que entonces es cuando el Estado se hace cargo y cuesta al menos 20 veces más de lo que habría sido tratar en el momento inicia.

      1. Es que ahí detrás hay mucha investigación posible. Pero parece que algunos temas no son lo suficientemente importantes (o lucrativos, vaya usted a saber) como para que se financien los estudios necesarios…

  5. A ver…ca uno está como está…o si no hagamoslo comparado pollas, q se os gusta mas…jjjj….existe un modelo d polla estandar o ca uno la tiene mas gorda, menos larga o que pollas (nunk mejor dixo)….x otro lado es obvio q si comes mierda no pa a estar sano…ni delgado…lo d la cesta d la compra no se si estoy mu a favor ya q supuestsmnt lo mas saludable son verduras q es lo mas barato…otra cosa es ya alimentos eco o veganos tan d moda q si te cobran mas xq al fin y al cabo estas pagando una marca o una simple etiketa diferenciatoria dl resto….resumiendo…q comais lo q os salga dl nabo q tamos aki 4dias y dejad la anorexia pa la reina …q cnd dejemos de ser osos amoros …q seremos….musculokas ?? Pd: llamamiento para los veganos dl siglo XXI…el ser humano desde q se conoce su existencia es OMNIVORO!!, el resto solo modas alimentecias.

    1. Estoy de acuerdo contigo (sin imponer nada, es sólo mi opinión) en que el ser humano ha llegado a donde ha llegado gracias a ser omnívoro. Creo que sin comer carne no habría evolucionado.

  6. Pues en este tema, me parece que todo lo dicho con lo de los virus ultraresistentes también se puede aplicar. Leemos esto y nos da pesar de conciencia pero luego todos contribuímos a ello. Con risas, con chistes, haciendo post por aquí como algún famoso se haya pasado con la chistorra…Con que me pasa a mí, que me gustan rellenitos/con panza/mazicos/con unos kilos de más, y cuando enseño foto me ponen verde, qué no les pasará a los que tengan esos kilos de más.
    Acusar al gordo de ser culpable nos aboca a un estado donde cualquiera que no viva cien años también es culpable; por no haber comido fruta y verdura, por haber trasnochado, por haberse bebido tres copas de más aquel día, por no haber hecho ejercicio ocho días a la semana….Porque lo insano es vivir y todos vamos a morir por no habernos cuidado lo suficiente.

    1. Creo que lo que apuntas es muy cierto: la vida es el mayor riesgo. Y el cuerpo humano es una máquina muy imperfecta y muy vulnerable… y está amenazada por innumerables riesgos. No se puede poner aún más presión culpabilizando al que sufre alguna dolencia o enfermedad…

  7. Pingback: A vueltas con el dichoso fat shaming

  8. Lo de la cesta de la compra es algo muy real, que yo vengo discutiendo con gente hace tiempo. Es más barato un kilo de bollería que un kilo de manzanas. Y así con todo.
    Educación? Cierta. En familias y colegios. Doblemento cierto.
    Pienso que también hay un factor notable en España, y es provenir de una generación de cartillas de racionamiento y/o escaseces.
    Y por ende, el agujero de emocional que supone a nivel de respeto social. Educación para la salud bien. Educación para el de al lado, bien.

    1. Y que, además, son mucho más atractivas visualmente las chucherías que la fruta, por ejemplo. ¿Por qué un Huevo Kinder es un regalo y una mandarina, en cambio, es una obligación? ¿Por qué en las cadenas de comida rápida -cuyo nombre no es necesario mencionar- con los menús infantiles (y bastante guarros, en mi opinión) a los niños les dan juguetes y no hacen lo mismo, por ejemplo, cuando piden una ensalada?

  9. Flanagan R. McPhee

    Yo no opino que sea culpable (eso es religión, pura y dura), pero sí responsable. Y cuando digo responsable, hablo de que, si tiene problemas de salud y no puede adelgazar, tiene que ir al médico a tratárselo. Si no está a gusto con su cuerpo pero no puede adelgazar porque, por ejemplo, ese estado le genera ansiedad y la ansiedad sólo se le pasa con comfort food, pues debe ir a un psicólogo/psiquiatra y tratarse ese enlace que está un poco descolocado en su mente. No es nada malo. Y si está gordo y quiere estar gordo, ya te digo yo que no le pasará nada con que la sociedad le llame gordo. Y si lo tiene, debe pararse a pensar y cambiar esa forma de pensar, porque no le va a dejar ser feliz.

    En resumen, somos «responsables», no culpables. Pero yo, como gordo, que lo estoy, he estado felicísimo siéndolo y ahora, por puta salud (colesterol y blablabla) me toca hace dieta médica y estoy jodidísimo por ello.

    Creo que deberíamos dejar de pensar más en el shaming y cagarnos en ello. Y en los que lo hacen.

  10. Plas, plas, plas Perrete!

    De acuerdo con todo lo que dices y con todo lo que aportan los demás en los comentarios.

    Si es que sois de 10!

  11. Y qué me decís del heigh shaming, queridas? ciertamente, más que shaming, es complejo puro y duro, pero eso sí que es un drama para mucha gente (como yo), porque señores, eso… no tiene solución. Al menos el fat shaming hemos visto que se puede intentar controlar o reconducir, pero la altura no. Y es enormemente frustrante. Ea, ya lo he dicho.

  12. Marisa Vidilla

    Curioso que os pongáis en rollo denuncia social con esto y que luego os metáis en el Grindr y pongáis ‘no más de 30’, ‘no asiáticos’ y rollos así

    1. A ver, Marisa Vidilla, no mezclemos churras con merinas: una cosa es respetar cómo es cada uno y no atacarle por sus características físicas y otra cosa es que te tenga que gustar todo el mundo. Que te atraigan los hombres de más o menos edad, las mujeres con más o menos curvas… no implica que no respetes al resto. Es, simplemente, que no te apetece follártelos.

  13. Tengo sobrepeso e intento controlarme, más que nada por una cuestión de salud, pero desde luego lo que nunca voy a hacer es estar como muchos de mis amigos haciendo dietas salvajes cada tres meses para estar divinas.

  14. Quien diga que adelgazar es fácil miente o ha leido poco sobre el tema. Cuantas mas cosas se descubren sobre metabilismos y dietas, mas se confirma que perder peso es algo realmente dificil. Se está descubriendo, por ejemplo, que el cuerpo tiene tendencia a retroceder y estabilizarse en pesos anteriores porque el metabolismo se ralentiza.
    Incluso manteniendo la alimentación correcta, el metabolismo baja y vuelves a acumular peso, lo que te llevará a tener que volver a reajustar la dieta, y así sistemáticamente

    http://www.nytimes.com/2016/05/02/health/biggest-loser-weight-loss.html?_r=0

    El ejercicio, por cierto, tampoco te ayuda a perder demasiado peso (mas allá de ser sano). Eso es otra cosa que también se está constatando ahora

    http://www.sciencealert.com/the-science-is-in-exercise-won-t-help-you-lose-much-weight
    https://www.theguardian.com/society/2015/apr/22/obesity-owes-more-to-bad-diet-than-lack-of-exercise-say-doctors

    Así que esta columna hace bien en hablar sobre responsabilidades gubernamentales y corporativas porque es así. No es solo cuestión de malos hábitos. Es cuestión de que se ha permitido que empresas como cocacola vendan increibles cantidades de azúcar mientras luego se refugian en recomendar hacer ejercicio como forma de derivar responsabilidades. No hay ejercicio que compense sus basuras.

    Y no hablemos ya de los sinvergüenzas que venden productos «integrales» que luego ves que mas que integral es homeopático de lo diluido que está lo integral entre la harina refinada.

    Personalmente yo cuando busco recetas por internet para ir variando y mejorando mi dieta, observo que la gente tiene disponible y al lado de casa sitios donde comprar cosas que yo por aquí no creo que encontrase y que posiblemente de haber seria mas bien caro. Al final lo mas barato es tirar mucho de legumbres y cosas así.

Los comentarios están cerrados.