He de empezar este texto diciendo que no soy objetivo cuando hablo de Juan Gómez-Jurado. Juan es un tío que me cae de putísima madre, un chaval de 38 años que se ríe de todo y con todo y que, a pesar de ser culto de cojones, no es un pedante asqueroso. Juan es un buen tío. También es un hombre al que me tiraría si se dejara, pero no lo hace, no sé muy bien por qué. No sé qué de que es heterosexual. Tonterías suyas. Ya se le pasará, que es joven.
Dicho esto, empecé a leerme «Cicatriz» con un miedo terrible. Miedo por si no me gustaba. «El Paciente» me había dejado ese sabor agridulce de algo que está muy bien, pero que hay algo que no te encaja. Con «La Leyenda del Ladrón» me había hecho emocionarme como cuando era pequeño y leí por primera vez a Peter Pan. El reto era muy difícil. Así que me leí «Cicatriz» en medio de esas dos sensaciones, con el convencimiento de que Juan creía en ella muchísimo y no quería que me decepcionara.
«Mi primer error fue enamorarme de ella». Así empieza la novela. Bueno, no empieza así (es una trampa que usa el propio autor), pero es lo primero importante. Es una novela llena de errores… de los protagonistas. Un thriller con una velocidad impresionante que te lleva por donde el autor quiere. Gómez-Jurado (aquí no es Juan mi amigo, es el Señor Gómez-Jurado, escritor de éxito y, cada día más, maestro del suspense) hace que te adentres en una carrera llena de adrenalina que va dando tumbos de un lado para otro y, cuando crees saber por dónde van los tiros (y tiros hay muchos), pega un volantazo y el libro dirige por un camino que ni se te había ocurrido que podría ir.
A mí me duró menos de 6 horas. No podía dejarlo. Ni fumar, ni beber, ni comer,… Nada. Una vez arranca -y arranca muy pronto- es imposible dejar de leerlo . Así que empieza pronto y ponte en un sitio cómodo, porque vas a pasarte el día sentado y sin parar de leer.
Irina es un personaje maravilloso, bien construido desde el primer momento y que (y estos son palabras del propio autor) nació en un gimnasio de Estados Unidos, por la noche. Es una mujer fuerte y que nada tiene que envidiarle a ninguna heroína ni villana. Porque en esta historia los buenos y los malos no están tan definidos y cualquiera puede hacer cualquier cosa.
Creedme si os digo que es mi libro de 2015, ese que acabamos de dejar atrás. Y puede que sea el vuestro de 2016. Aunque acabe de empezar.
Os repito que nos soy objetivo con Juan. Pero sí soy objetivo con el Señor Gómez-Jurado. Y ha escrito un grandísimo libro. Lo que pasa es que a mí me lo firma Juan, y claro, pasa lo que pasa…
