Fortitude: la recompensa de los pacientes

Es muy, muy, muy difícil recomendar una serie como Fortitude sabiendo que pocos llegaran a verla entera ¿Por mala? ¿Por poco interesante? ¿Por aburrida? No, que va, es una muy buena serie, peeeeeero tiene un grandísimo handicap para poder disfrutarla; su primer episodio ( el episodio piloto, vamos) que dura una larguísima e interminable hora y media es PLÚMBEO. Y no sólo eso….Luego llegan varios episodios que no están mal y aunque de vez en cuando tienen fogonazos de brillantez en varios momentos te planteas si debes o no seguir viéndola…¿Y por qué seguir viéndola, (se preguntarán los cuatro gatos que me estén leyendo)? Porque el reino de los cielos congelados es de los pacientes y si consigues aguantar hasta el capítulo ocho, descubrirás que claro que ha merecido la pena, pero un montón, además.

Fortitude

A partir del episodio ocho las tramas se unen, el ritmo se dispara, los personajes pasan a formar parte de una locura donde nada de lo que va a ocurrir te lo esperas . Cada dos escenas cambia de género y pasa del terror al drama sentimental, tocando la ciencia ficción y la intriga policial, consiguiendo que los últimos tres episodios (la primera temporada tiene doce) se vean sin poner el culo en el asiento de la tensión. Y menudo episodio final, señores y señoras; unas sudaeras de nervios que pa qué. En esos momentos te das cuenta de que no es que el principio de la serie fuese aburrido ni era un defecto; es que la serie tenía que ser así, para engañar al espectador, hacerlo creer que va a ver una serie convencional y ni mucho menos.

Pero es que además, en este tramo final, los episodios se llenan de escenas que supuran un lirismo enfermizo, tan bonitas y bien rodadas que dan ganas de parar el capítulo y dejarte emborrachar de belleza estética para siempre. Una locura de gusto, en serio.

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Fortitude es (supuestamente) un thriller geográfico que transcurre en una isla noruega cerca del círculo polar y vamos a tener que admitir que tras Fargo o True detective, el género se está poniendo de moda en las series. Aunque más bien habría que decir que «parece» un thriller y luego se convierte en otra cosa; en mucho, mucho más. La intriga y el suspense avanzan poco a poco hasta que toman carrerilla y los últimos episodios se ven con ansia drogadicta y frenesí. Así, en el transcurso de la primera temporada (ya hay firmada una segunda) se descubre que los aparentemente aburridos habitantes de la comunidad esconden unas turbulentas y oscuras vidas dignas de haber sido escritas por un Shakespeare puesto de LSD. No hay nadie que se salve, no hay hueco para la bondad o las buenas personas, porque son unas gentes que solo sabe relacionarse entre ellas matando, agrediendo o traicionando. Que desparrame, señores…Y que dura, salvaje y bestia manera de mostrar lo peor de la especie humana. Hay que avisar de que no se puede uno encariñar con ningún personaje; porque a la primera de cambio…¡Zas! La espicha. A lo boda roja de Juego de tronos me remito para que sepan de la sensación de la que hablo. Y encima las muertes son de lo más triste, y no por sangrientas, sino por desesperanzadas, sin piedad, la mayoría de las veces en la soledad del frío ártico y sin nadie querido que te de una mano.

stanley

Aunque la serie es una produccion inglesa y coral, reina y brilla como nadie Stanley Tucci, en un papel lleno de  momentos dignos de ser estudiados en las escuelas de arte dramático.; la sonrisa socarrona, el escepticismo descreído, los interrogatorios flipantes en los que no puedes quitar la vista de la pantalla   ante el espectáculo actoral que estás disfrutando mientras Tucci sienta cátedra…¿Por qué coño este grande de la actuación no ha protagonizado más películones? Yo creo que es por calvo y no estoy de broma; así de absurda es la industria del cine con el físico de los actores ( y más con el de las actrices, claro).

veronica

Y luego está Verónica Echegui, que hace de inmigrante española que ha huído a Fortitude huyendo de no se sabe qué allí. Y resulta que está increíble no, lo siguiente. Aparte de defenderse con el inglés muy bien, borda el papel de perdición de los hombres y se está poniendo de un MILF magnético. La cámara la quiere cada día más, con locura y no sólo lo pienso yo, ojo; los creadores de la serie lo has visto también y le han regalado escenas para  lucimiento total, con minutos y minutos ella solita delante de la cámara

Y ahora si quieren intentarlo y tienen paciencia, véanla. En un Verano tan asfixiante como el que estamos viviendo, una ficción bajo cero es una gran opción. Y si aguantan hasta el final, vienen y me lo cuentan, que disfrutemos de talifanismo juntos.

2 comentarios en “Fortitude: la recompensa de los pacientes”

  1. Estoy en ello. Reconozco que he estado a punto de dejarla porque, oye, al principio cuesta. Pero ahora, leyendo esto, seguro que la acabo de un tirón…

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