Nightcrawler

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«Nightcrawler» es Jake Gyllenhaal. Da igual que estén por ahí Rene Russo –esposa de Dan Gilroy, guionista y director del film– o Bill Paxton. Gyllenhaal –que perdió, sin que el director se lo pidiera, 10 kilos para el papel– está soberbio. Una mirada suya, sin prácticamente un pestañeo durante toda la película, basta para descubrir que su Lou Bloom –que le ha reportado algún que otro premio y diversas nominaciones, entre ellas como mejor actor en los Globos de Oro– es un auténtico sociópata de sonrisa escalofriante. Su contínuo flirteo con la línea roja –ahora la sobrepaso, ahora me contengo, ahora te pongo de los nervios– es lo que mantiene en pie las casi dos horas de metraje.

Con un guión que, a pesar del resultado final del film, no es redondo del todo –y que, sin embargo, es la única nominación que la película ha recibido para los Oscar–, hay que reconocer que la dirección del debutante Gilroy es milimétrica. Con un par de escenas terriblemente brillantes. Pero ciertamente imperfecta en su conjunto. Se hubiese agradecido, teniendo en cuenta que estamos hablando de televisión, algo menos de pretendida perfección cinemática y un poco más de fresco desaliño visual. Más de lo bueno de la televisión y menos de lo malo del cine. Y, sin embargo, toda la película tiene un tufillo de “si no fuera porque ha puesto aquí pasta Jake Gyllenhaal, esto se quedaba en un telefilme”.

La sangre ya no nos impresiona. Pero ver la fascinación que esa sangre puede producir en algunos, puede llegar a poner los pelos de punta. Y el in crescendo constante con el que Bloom vive la noche de Los Ángeles acompaña –a pesar de la mediocre banda sonora de James Newton Howard– al espectador hasta atenazarlo. Y ya. Porque, a pesar del agobio sabiamente inducido, el resultado final es, cuanto menos, muy inverosímil. Está en tu cabeza mientras está. Pero todo se desvanece en cuanto aparecen los créditos.

PD. He escrito Gyllenhaal bien a la primera… y sin mirarlo en la Wikipedia.

3 comentarios en “Nightcrawler”

  1. Mira que a mí Jake nunca me ha gustao, pero es que en esta película es la apoteosis de un buen papelón; no me acordé del actor que hay detrás del personaje en ningún momento. Que los oscars ni lo hayan tenido en cuenta ( porque este año se lo debería haber llevao to él) los deslegitima como premios.
    A mí me recordó mucho a Drive pero en telerealidad. Y hacer el trabajo mental de extrapolarla a este país es la risa, porque el equivalente serían los programas de Telecinco; el prota sería el representante de Belén Esteban…Más o menos…

    1. El perro de Toni

      Totalmente de acuerdo con lo de los Oscars: muy injusto que ni siquiera lo hayan nominado. Carell hace buen papel, por ejemplo, pero el de Gyllenhaal aquí es mejor. Aunque ya se sabe que a los señores de la Academia les gusta más un biopic que a nosotros un penPOST.

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