Eliza Doolittle se abre un Twitter

[Sintonía recomendada para la lectura de esta entrada]

La fórmula «chica de clase baja que es reconvertida en dama de la alta sociedad por un señor con pocas aptitudes para conseguir novia» siempre funciona. Para bien o para mal, pero siempre funciona. La sombra de Eliza Doolittle es alargada y, aunque los nuevos no tengáis ni pajolera idea de quién es, creedme que habéis visto 700 adaptaciones de My Fair Lady (que, además, es una adaptación en sí misma de Pigmalion, así grosso modo y, si me apuras, de la Cenicienta, aunque con pinzas).

Sin embargo, creo que a nadie se le había ocurrido darle la vuelta un poco a la fórmula. Una actualización real (no cambiar la vendedora de violetas por mendiga ni nada por el estilo) no le venía mal. Aquí entra «Selfie».

La historia, como ya os adelanto, es la de Eliza Doolittle, pero esta vez la chica -Karen Gillian, a quien debes amar sí o sí por ser Amy Pond en Doctor Who- lo tiene todo. Followers, likers, IGers, Pinteresters,… Todo en Internet, claro. Pero ¿y en la vida real? Pues en la vida real se comporta como cualquier estrella de Internet: zorreando a cada paso y no tomándose en serio a sí misma.

Pero cuando pasas de ser la más in a la más out (descalabro con vómito incluido), te das cuenta de que ser famoso en Internet es como ser alcalde de Palencia: está bien, pero fuera de ahí, eres poquita cosa.

Creo que es una serie muy interesante y que habrá que ver la evolución. Tiene un rollito que recuerda a Sherlock Holmes (la de la BBC, no el esperpento con Lucy Liu) por lo de sobreimpresionar cosas en la pantalla. Muy de multitask, para no perder la atención.

El chico, meh, que es el chino ciudadano asiático afincado en EEUU de la saga Harold & Kumar, pero Karen, ay Karen… Larga vida a la nueva pija posh trendy IT girl.

Le deseo muy buena acogida a la serie, aunque con mi ojo, seguro que me la cancelan antes de que llegue 2015. Así que todos a verla y a subir las audiencias. Porque asumo que todos los que me leéis vivís en USA y tenéis un medidor de audiencias, ¿no?