Jon Favreau o la evolución del ultrafollable de incógnito

Tranquilas, amigas; no pienso decir que ha nacido un nuevo ídolo osuno, entre otras cosas porque pa angunas ya hace cienes y cienes de años (y anos dilatados) que moja nuestras sábanas con poluciones nocturnas salvajes y sin medida.

El bueno de Jon Favreau está ahora de plena actualidá porque acaba de estrenar como protagonista y director CHEF, una comedia que parece una tontá pero vaya, que tiene más chicha y gracia de la que en un principio aparenta. Con sus tatus y su pañuelo, vuelve a convertirse en el causante principal y protagonista de mis fluídos uterinos.

Resalto lo de protagonista porque Jon es de esos actores del que te suena su careto segurísimo porque lo has visto en innumerables ocasiones haciendo de secundario pero no sabes ponerle nombre ni recuerdas ande lo has visto. A veces ha tenido anguna que otra oportunidá de lanzarse al estrellato de los protagonistas, como ocurría en Very bad things, esa comedia gamberra de una despedida de soltero en Las Vegas . Ahí hacia de novio y la peli terminaba como el rosario de la aurora.

A partir de esa peli argo cambió en su físico. Sí, cogió más kilos de gorpe, pero era argo más…Como si la estructura ósea le hubiera cambiao, que debe pasar muncho eso en el país de las hamburguesas pa diplodocus. Si a eso sumamos que el chico ya era grandullón de por sí, empezó a convertirse en arguien muy muy muy enorme. Sus parejas en series y pelis parecían mascotas, más bien. La siguiente vez que te acuerdas de él es en una temporada completa de Friends, ande hizo de novio millonario y aventurero de Monica y no es que estuviera follable, no; es que si me lo encuentro por la calle le chupo hasta las cascarrias interdigitales de los pies.

Pero ojito que Jon ya llevaba muncha carrera antes de esto ende bien jovencico. Veánlo en esta fotico ande está ultrairreconocible:

La imagen la pongo como curiosidad, porque a mí su etapa que más me gusta es esa en la que se hartó a comer grasas pòlisaturadas y se hinchó a ir al gimnasio, dando como resultado un armario empotrao animalaco y bestiajo de los que quieres que te abran en canal y lo hagan ya. Suputamadre qué rico…

A partir de ahí se hizo adicto a los batidos de fresa y a los donuts XXL rellenos de nata y crema y claro, angunas malvadas dirán que se dejó fisicamente, pero yo qué quieren que les diga; no le pondría ni un pero, y si al respetable no le gusta, mejor; menos competencia. Y es que uno de sus atractivos es que el nunca ha ido de chulazo, pero maremía, como tiene que follar…Y tiene pinta de llevar entre las piernas una sobrasada.

De carrera muy errática, aún no ha hecho la peli que lo convierta en inolvidable aunque mis bragas nunca se olviden de él y el público en general sea incapaz de recordar su nombre.Últimamente ha tenido suerte y le tocó la pedrea dirigiendo la gran gallina de los huevos de oro del cine palomitero. Allí se reservó un papelito que va de lo anecdótico a lo secundario; se trata de Iron man. De nuevo, mostrándonos como es su físico de cambiante, puede que gracias a un craneo cubista tropezoidal tirando a rectángulo, que según la barba y el pelo que lleves parece una persona u otra.

Conforme cumple más años, más mofletes tiene y actualmente (y más en su película Chef) se va pareciendo no mucho, sino muchísimo al pintor y director Julian Schnabel (otro gran armario) pero claro, menos guarrete, más limpito, menos chorretoso y muchísimo más definido y sin las gafas de «uyqueartistasoy»

Finalizando. Que soy muy fan.

Ojalá Chef le sirva para que siga haciendo películas y ojalá haga una gira por mi coño y me de muchas actuaciones memorables.. Estaría fenomenal. Eso sí; rapate el pelo por Thor y quítate esos rizos ratoneros, que pa un papel está muy bien pa que te vayan reconociendo pero como ultrafollable de incónito queda un rato raro.

Recuerda, Jon; tatus y pañuelo en la frente sí, macarreo el que quieras. Intelectualoide, nunca, que no te pega na.